En 2018, siete estudiantes de Puebla fueron asesinados en hechos violentos: dos fueron secuestrados por sus propios compañeros para pedir rescates millonarios, cuatro murieron en intentos de asalto y uno más fue levantado y asesinado por falsos policías.
El primer caso se registró el 18 de mayo, cuando el cuerpo de Aldo Islas Todd, estudiante de Contaduría de la BUAP, fue encontrado en una habitación del Motel Miño, amordazado y maniatado. El joven fue secuestrado por su compañero y cuatro personas más.
Según las investigaciones, fue citado por su compañero el 17 de mayo en Plaza Dorada y llevado con engaños a dicho motel, donde, tras ser sometido fue asfixiado. Sus captores pedían 750 mil pesos y todos fueron detenidos en San Martín Texmelucan.
Mientras que el 4 de octubre, fue localizado el cuerpo de José Andrés de Larrañaga Canalizo, alumno de la Universidad de Ciencias y Desarrollo (UDES) en un paraje de Santa María Nenetzintla, en Acajete. El joven originario de Oaxaca fue secuestrado por tres compañeros suyos, que a la fecha ya fueron detenidos.
La madrugada de ese mismo día, un estudiante del Instituto Tecnológico de Ciudad Serdán, fue levantado por falsos policías al interior de su casa y horas después su cadáver fue encontrado en el paraje conocido como La Quebrada, perteneciente al municipio de San Juan Atenco.
Apenas un día después, dos estudiantes del Instituto Tecnológico de Tehuacán fueron apuñados en la vía pública durante un asalto; Aldo Jiménez, de 23 años y estudiante de ingeniería civil, murió en el lugar, mientras que Enrique Romero fue trasladado a un hospital para ser atendido.
Dos hermanos mueren tras oponerse a asalto
La madrugada del 6 de noviembre, tres hombres armados ingresaron a una tienda de abarrotes en la colonia Aquiles Serdán, en Puebla capital para robar.
Tras oponer resistencia, la joven Ivonne Flores Rey, alumna de Criminología de la BUAP, y su hermano Saúl fueron asesinados. Uno de los delincuentes fue herido y murió a metros del lugar.
Karla Fernanda González Español, alumna de 23 años del Instituto Universitario Cristóbal Colón, fue asesinada el pasado 26 de noviembre poco después de salir de su casa en la colonia Roma de Puebla capital tras resistirse a un asalto.
Vecinos del lugar escucharon detonaciones de arma de fuego y al salir encontraron el cuerpo de la joven quedó tendido en la banqueta; a la fecha, sus dos homicidas ya fueron detenidos.
El caso más reciente se dio el 26 de diciembre pasado, cuando Libni Antonio Macuil Teodoro, estudiante de Medicina y Zootecnia de la BUAP circulaba sobre la carretera federal 185 Transístmica, en Veracruz, a bordo de un Ford Mustang, color negro comenzó a ser perseguido y balaceado.
Su abuela, que fue testigo de los hechos y relató que el vehículo volcó hacia un barranco, donde el joven fue ultimado a balazos. Los delincuentes dejaron un presunto narcomensaje en el lugar.
Cabe mencionar que durante 2017, seis estudiantes fueron asesinados en Puebla, cuatro fueron señalados como presuntos feminicidios, el caso que más llamó la atención fue el de Mara Fernanda Castilla Miranda, estudiante de la Upaep, asesinada por un chofer de Cábify.
Editado por: Guadalupe de la Rosa Priego
