En un nuevo episodio del pleito entre los poderes Ejecutivo y Judicial, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseveró que sólo su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, gana más que Luis María Aguilar Morales, presidente de la Suprema Corte.
Lo anterior, durante su conferencia matutina de este martes, en respuesta al desmentido de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que calificó como “falso” que sus ministros ganen 600 mil pesos al mes, como aseguró López Obrador.
El presidente incluso dijo, con sorna, que los jueces, magistrados y ministros se “rayaron” con sus altos sueldos y sostuvo que hay pruebas de que están entre los servidores públicos mejor pagados del mundo.
En este sentido, reiteró que respetará las decisiones del Poder Judicial de la Federación (PJF) respecto a sus tabuladores de sueldos, pero insistió en que aplicará al presupuesto de 2019 el tope salarial para que ningún funcionario gane más que el presidente (108 mil pesos mensuales).
Esto –argumentó– porque así lo estipula el artículo 127 de la Constitución Política y “no es de negociación”.
Asimismo, ante los cuestionamientos sobre la escalada en el conflicto que mantiene con el PJF, consideró “fantástico” e “inédito” que exista polémica entre ambos poderes, pues antes el Ejecutivo subordinaba a los otros dos.
Ministro llama a no caer en provocaciones
Tras estas declaraciones, Jorge María Pardo Rebolledo, ministro de la SCJN, llamó a los juzgadores a no caer en provocaciones derivadas de la agresión y crítica, “por más injustificada que esta sea”, y les pidió que eviten la tentación de hacer política con sus fallos.
Esto, en referencia a la manifestación inédita de mil 400 jueces y magistrados, quienes el pasado lunes se pronunciaron en contra del tope salarial impuesto por la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos y negaron que alguno ellos gane 600 mil pesos mensuales.
En su intervención durante la ceremonia de toma de protesta a 30 nuevos magistrados de Circuito y una juez de Distrito, sostuvo que el tema de fondo en el conflicto entre el Ejecutivo y el Judicial no es la permanencia de los salarios de jueces y magistrados, sino la defensa de la división de los poderes de la Unión.
No obstante, reconoció que la autonomía e independencia judicial “no pueden servir de escudo o pretexto” para que los juzgadores dejen de rendir cuentas a la sociedad.
Editado por Luis Alberto Palacios
