En Europa incrementaron las personas refugiadas y migrantes, deportaciones junto con detenciones se sumaron al cierre de las fronteras y países como Grecia se vieron rebasados, lo que demostró crisis de voluntad política y no humanitaria.
El reporte titulado: Xenofobia y Discriminación en contra de refugiados y migrantes en Europa del Monitor Euro-Mediterráneo de Derechos Humanos advirtió que la llamada “crisis” no fue ni considerada como un proceso humano natural y se enfocó en el cierre de fronteras, detenciones, deportaciones y “militarización”, lo que incluso comprometió los valores que fundaron a la Unión Europea.
Indicó que no es una crisis humanitaria: “para la gente desamparada en busca de una nueva vida, este juego hegemónico parece diseñado solamente para silenciar sus voces desesperadas y proteger la Europa-fortaleza”.
El documento también recogió algunos datos para demostrar que se registró un aumento de agresiones contra la comunidad no perteneciente a Europa, por eso advirtió: “la xenofobia y discriminación en contra de refugiados y migrantes en Europa es una práctica sistemática que está a la alza”.
El informe compartió la situación de Alemania, donde los ataques xenofóbos crecieron desde 2012, pues los ataques contra la población refugiada y migrante fue 20.4 por ciento mayor en comparación con el año pasado.
Agresiones a mascotas
Mencionó que, de acuerdo con el Ministerio del Interior, únicamente en 2016 se cometieron 178 mil 438 ataques.
En dicho país prevaleció un discurso anti-Islam, el cual sirvió como “una herramienta significativa” para aumentar la popularidad de estas facciones, así como la publicación refirió que algunos de estos partidos hasta convocaron a protestas antimusulmanas, lo cual incrementó la hostilidad que se suma a la presencia de grupos neo-Nazis.
La quema de mezquitas y agresiones con mascotas son algunos ejemplos de agresiones en suelo alemán.
Respecto a Polonia, el documento aseveró que pese a la negativa del país de acoger más personas, las que ahí residen sufren de una retórica xenófoba proveniente de algunos partidos políticos e incluso han sido víctimas de falsas alarmas las cuales advirtieron de enfermedades contagiosas que portan las personas refugiadas, aunado a la postura de algunos políticos que ven al Islam como un “peligro”.
Para el caso francés, el reporte ubicó 2015 como el año en el que más crecieron los ataques, pues se presentó un 223 por ciento más, además de que este país no fue ajeno a la presencia de políticos como Marine Le Pen quien se presentó a las elecciones con una postura anti-Islam y xenófoba.
