El cuerpo del expresidente George Herbert Walker Bush, que falleció el pasado viernes, fue despedido con una salva de 21 cañonazos este lunes en Texas, de donde partió camino a Washington, Estados Unidos, donde su país le rendirá homenaje durante tres días.
Una larga caravana acompañó la carroza fúnebre desde una funeraria en Houston a la cercana pista de Ellington Field para el viaje a la capital estadounidense en un avión que sirve como aeronave presidencial, el cual también abordaron su hijo, el expresidente George W. Bush, y Laura, la esposa de éste, junto con otros familiares.
El domingo, los ciudadanos acudieron a la biblioteca presidencial Bush en el campus de la Universidad Texas A&M, donde miles ofrecieron sus respetos en una vigilia con cirios en una laguna vecina y otros depositaron flores en estatuas en su honor dentro de dicho inmueble y en un parque en el centro de Houston.
Bush, quien comenzó su carrera en la Armada, durante la II Guerra Mundial, y terminó siendo presidente desde 1989 hasta 1993, yacerá en capilla ardiente en el Capitolio para una ceremonia y visitas del público hasta el próximo miércoles.
Posteriormente, un servicio funeral por invitación se realizará ese día en la Catedral Nacional en Washington, a donde asistirán el actual presidente Donald Trump y su esposa Melania, así como el exmandatario Jimmy Carter.
Más adelante, los restos de Bush serán devueltos a Houston, donde yacerá en la Iglesia Episcopal Saint Martin hasta el jueves, cuando será enterrado en el mausoleo de la familia, en los terrenos de la biblioteca, junto con su esposa Barbara Bush, que falleció en abril, y su hija de tres años que murió por leucemia en 1953.
Fuente: El Informador
Editado por Diana Lizeth Pérez Morales
