El gobernador de Tlaxcala, Marco Antonio Mena Rodríguez, señaló que el “profundo” problema con el huachicol que tiene Puebla les genera dificultades, pues se ha extendido a sus comunidades del sur que colindan con el estado.
En entrevista, antes del segundo informe de labores de su homólogo poblano Antonio Gali Fayad, resaltó que “no tenemos una incidencia de robo de hidrocarburos” como en la entidad, que es uno de los problemas más grandes del país, pero este “es uno de los asuntos que nos mantiene en comunicación” con el titular de la Fiscalía General del Estado (FGE) Gilberto Higuera Bernal.
Resaltó que huachicoleros se han dedicado al comercio a pequeña escala en sus comunidades, las cuales se han corrompido, ya que detener a los delincuentes genera la defensa social del delito.
Explicó que si alguien asegura a quien vende combustible ilegal a bajo costo, los pobladores comienzan a defender al sospechoso porque de otra manera tienen que pagar más por el producto.
Asimismo, indicó que hay un “efecto regional en términos de lo que genera el huachicol”, como el aumento del robo de vehículos para trasiego, pero “no han encontrado esa actividad (robo de combustible) en mayor escala en Tlaxcala”.
Destacó que pasaron del cuarto al tercer estado con menor número de delitos y quieren “seguir siendo un estado tranquilo”, por lo que espera que el plan de seguridad pública del próximo gobierno federal sea efectivo, ya que “hacemos nuestra parte como estado y trabajamos conjuntamente con lo que corresponde”.
Por otra parte, aseguró que su administración no se ha reunido con el equipo de la gobernadora electa de Puebla, Martha Erika Alonso Hidalgo, pero espera que “se resuelva pronto” la impugnación del resultado de la elección.
