Donna Strickland, 3ª mujer en ser premiada con el Nobel de Física
Donna Strickland, 3ª mujer en ser premiada con el Nobel de Física. Foto: Infobae
Donna Strickland, 3ª mujer en ser premiada con el Nobel de Física
Donna Strickland, 3ª mujer en ser premiada con el Nobel de Física. Foto: Infobae

El Nobel de Física fue entregado, por sus “invenciones innovadoras en el campo de la física láser”, al estadounidense Arthur Ashkin, el francés Gérard Mourou y la canadiense Donna Strickland, quien es la tercera mujer en ganar dicho premio desde 1903.

La Real Academia de las Ciencias de Suecia dio a conocer este martes que una mitad del premio va en conjunto para Mourou y Strickland por “su método para generar impulsos ópticos ultra cortos y de alta intensidad”, que han “abierto nuevas áreas de investigación y llevado a muchas aplicaciones industriales y médicas”.

La técnica de ambos científicos, creada en 1985 y conocida como amplificación de pulso gorjeado, se convirtió en la herramienta estándar para obtener láseres de alta intensidad, de manera que desde entonces son usados en cirugías del ojo.

Es de señalar que, desde 1901, solo tres de los 201 científicos laureados con el Nobel de Física han sido mujeres; primero lo ganó la polaca nacionalizada francesa Marie Curie en 1903, por sus estudios sobre la radiactividad, y luego fue el turno de la estadounidense de origen alemán Maria Goeppert-Mayer en 1963, por sus investigaciones sobre la estructura interna del núcleo de los átomos.

Al respecto, Strickland declaró en una conferencia de prensa, vía telefónica, que “pensaba que habría más mujeres que habían ganado el Nobel de Física”, por lo que espera que de ahora en adelante se reconozca a más físicas y que “yo me siento honrada de ser una de ellas”.

Por su parte, Ashkin, tendrá la mitad de los 870 mil euros del galardón, debido a que, a comienzos de la década de 1970, demostró que las fuerzas creadas por la luz láser eran capaces de capturar y manipular partículas con un tamaño de milmillonésimas partes de un metro.

En 1987 logró atrapar bacterias vivas sin dañarlas con las denominadas “pinzas ópticas”, unas herramientas hechas de luz que han tenido aplicaciones en sistemas biológicos.

Fuentes: El Informador/El País

Editado por Diana Lizeth Pérez Morales

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