Al grito de “a 50 años del Movimiento Estudiantil de 1968, la lucha sigue y los reclamos permanecen vigentes”, estudiantes de diferentes facultades marcharon en Puebla para repudiar la masacre de Tlatelolco de hace medio siglo.
Alrededor de la 1 de la tarde, más de 200 estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), como cada año, partieron de CU hacía el centro de la ciudad en protesta por los hechos ocurridos en la Plaza de las Tres Culturas, ordenados en ese entonces por el expresidente de México, Gustavo Díaz Ordaz.
Durante su trayecto, antes de llegar al Centro Histórico de la capital, los universitarios recorrieron la 14 Sur para bajar por el bulevar Luis Sánchez Pontón, en donde algunos encapuchados pintaron con aerosol algunas de las bardas que se encontraban en su camino con frases como “somos los nietos del 68 y los hermanos de los 43“.
La movilización se concentró por unos minutos en el parque Juárez, frente al centro comercial Plaza Dorada, donde aprovecharon igual para pintar las paredes que se encontraban sobre el bulevar 5 de mayo con escritos como “2 de Octubre no se olvida”, así como en instalaciones del Servicios de Administración Tributaria (SAT).
Posteriormente, la marcha avanzó sobre el bulevar 5 de Mayo, mismo en el que algunos pintaron los paraderos de la Línea 3 de RUTA que se encontraban sobre dicha vialidad, con escritos como “700 árboles muertos”, por las especies que retiraron para su construcción, además de otros como “obras inútiles“.
Mientras que en la Fiscalía General del Estado FGE) fue donde más acciones hicieron, pues entre las frases que pusieron fueron “Estado asesino y patriarcal”, “no más desaparecidos”, “ni perdón ni olvido”, “qué cosecha mi país que siembra cuerpos” y “no más presos políticos”.
Recuerdan feminicidios y Ayotzinapa
Tres horas después de haber salido de CU, a las 4 de la tarde, alrededor de 200 estudiantes llegaron al zócalo de Puebla con una pancarta al frente encabezando que decía “2 de Octubre no se olvida”, donde realizaron un mitin, siendo una de las principales consignas la de “alerta, alerta, alerta que camina, la lucha estudiantil por América Latina”.
Asimismo, portaban pancartas con frases como “habría que lavar no solo el piso, sino la memoria, pero la sangre echa raíces y crece como árbol en el tiempo”, “si la justicia desaparece, no hay razón alguna para que los hombres vivan en la tierra”, “con balas no se educa”, “cuando el estado asesina, la justicia nunca termina en llegar” y “la muerte en medio de la revolución, es más dulce que a vida en medio de la opresión”.
Frente al Palacio municipal, a los estudiantes se sumaron más de 50 agremiados al Sindicato Unitario de Trabajadores de la Universidad de Puebla (Suntuap) así como de la agrupación de comerciantes “28 de Octubre”, donde llevaron a cabo un mitin.
Ante ello, los jóvenes repudiaron la violencia que existe en el país, los feminicidios y la desaparición de los 43 alumnos de la escuela Normal Rural de Ayotzinapa, entre otros problemas sociales, por lo que alzaron la voz, pidiendo a la sociedad organizarse para poner un alto a estos conflictos, incluso algunos lo catalogaron de genocidio.
Además recordaron la detención de los seis estudiantes por ser acusados de dañar paraderos de la Línea 1 de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA), en junio de 2015, así como de los que fueron desalojados por policías del zócalo de la ciudad en la madruga del 8 de febrero que mantenían un plantón.
A 50 años de los hechos, todo sigue igual
Al tiempo de resaltar la necesidad de conformar un frente de alumnos en la entidad, los presentes con el puño cerrado arriba guardaron un minuto de silencio por los jóvenes asesinados el 2 de octubre de 1968, mismos que hasta la fecha se desconoce la cifra exacta.
Roberto Martínez Hernández, estudiante de Mecatrónica de la BUAP, comentó que a 50 años de los hechos de Tlatelolco “todo sigue igual”, pues a pesar de que en ese entonces se proponía un plan de reforma universitaria esto no ha ocurrido, además de que no se privilegia el diálogo, solo “se han dedicado a reprimir”.
En tanto, Raquel Juárez Ojeda, una señora de la tercera edad y quien dijo que cuando ocurrió la masacre de Tlatelolco estudiaba en una preparatoria de la BUAP, leyó un poema que tituló “No bastarán mil años”, en el que expresó que al escribir el nombre de Gustavo Díaz Ordaz en la historia, esta misma lo rechaza y a 50 años de los hechos aún se tiene la “impotencia” de castigar al culpable.
“El dolor lo llevamos en el alma, porque no sabemos la realidad de cuántos cayeron, el perdón no alcanzará al verdugo del pueblo mexicano, y pensar que fuiste (haciendo referencia al expresidente) poblano y que estudiante en nuestra universidad, eso es lo que más nos duele, por eso no bastarán mil años para olvidar y ni para perdonar”, concluyó.
