Cartas a Gracia

Resulta risible, que diputadas, diputados y senadores de los partidos Revolucionario Institucional y Verde Ecologista, se quejaran por la decisión mayoritaria que les impusieran sus pares de Morena en las cámaras de diputados y en la de senadores Gracia. No cabe duda que la sabiduría popular nos ilustra. Quien las hace no las tolera y quien las tolera no las perdona; cuestión que se aplicaría -en esta ocasión- a las bancadas de referencia. Hacen alusión a la legalidad y se oponen a que, desde la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores del Congreso de la Unión (en las que cambió la correlación de fuerzas), se haga una llamada para que las autoridades educativas suspendan de manera definitiva las evaluaciones, y que las implicadas en él, decidan si asisten o si no la acatan. Tan es así que los convocados, encargados de las jefaturas del sector educativo y de evaluación, de inmediato refrendaran su compromiso con quien les contrató, a sabiendas que ni yendo a bailar a Chalma, podrán aplicar el correctivo que les permitía sin responsabilidad alguna para la autoridad educativa, correr de sus empleos a quienes en uso de su legítimo derecho, soterrado por la corte, rechazan participar en la Evaluación de Permanencia en el Servicio Profesional Docente, tachada de punitiva, descontextualizada, no confiable, no válida e impertinente.

Etiquetan como oportunistas a quienes respondiendo a sus electores, llaman la atención de los encargados de despacho para suspender –formalmente- a la última de las evaluaciones de permanencia, programada con antelación al parteaguas electoral en la que maestras y maestros fueran factor fundamental para inclinar la balanza a favor de MORENA; pero, olvidan que producto de un albazo presidencial y legislativo, contando con la complicidad de otros partidos políticos amafiados en el Pacto por México (PRI-PAN-PRD), y en tan solo 10 días, aprobaron en la Cámara de Diputados y de Senadores reformas a los artículos 3 y 73 de la Constitución Política que serían convalidadas -en dos meses y cacho- por la gran mayoría de los congresos estatales, y establecieran, mediante la aprobación de dos leyes secundarias, la conculcación de los derechos laborales de los trabajadores de la educación.

Se les olvida que -ellos- diputados locales y federales y senadores al servicio de Peña, obedeciendo órdenes superiores (con honrosas excepciones), generaron las condiciones para que las autoridades educativas locales y federales, trataran a las y los docentes de educación básica y media superior a garrotazo limpio y no es metáfora Gracia. Maestras y maestros de la CNTE recuerdan cómo fueron obligados a presentar las evaluaciones custodiados por las fuerzas federales (comandadas a distancia por “el sargento Nuño” como le bautizaran), los muertos en Acapulco al protestar por la aplicación en el Centro de Convenciones, y los de Nochixtlán Oaxaca -por citar algunos- y otras medidas draconianas tomadas en su contra. Las y los agredidos no olvidan y no perdonan que a más fueran tratados con la punta del zapato, “acosados laboralmente” por el personal directivo de planteles -incluidos el de las supervisiones escolares y de las jefaturas de sector-, mandos medios y superiores de la SEP, fueran en muchos casos cesados o cambiados de su lugar de adscripción, sobreexplotados con una enorme carga de trabajo burocrático (portafolios de evidencias, planificación didáctica argumentada, elaboración de exámenes de recuperación, entre otras)que tienen que llevar a casa y sin pago de horas extras.

Como si leyeran un comunicado elaborado por una de las oficinas de la presidencia de la república Gracia, diputados, senadores, funcionarios de la SEP y del INEE, se apegan a un libreto preestablecido y al unísono responden que la evaluación de permanencia programada para realizarse en el último mes de la administración que concluye, no podrá suspenderse por encontrarse mandatada por la Constitución. Olvidan que hace poco más de tres años, Emilio Chuayffet Chemor, a la sazón encargado del despacho educativo, suspendió -por tiempo indefinido- la evaluación para el ingreso, permanencia y promoción a la que se encuentran sujetos maestras y maestros de educación básica y media superior, “so pretexto de considerar nuevos elementos”. Cierto es que debemos considerar que la elección intermedia se encontraba en riesgo en Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán, y que la suspensión fue producto de la negociación entre la CNTE y la Secretaría de Gobernación Gracia, pero los implicados, dependientes del ejecutivo federal -entre ellos Peña- consideren que sus tiempos pasaron.

Los convocados a misa se aferran a la última de sus evaluaciones Gracia, como si en ello les fuera la vida y la chamba. Se olvidan que para bien o para mal, las cosas cambiaron y que existe una nueva correlación de fuerzas que afecta el comportamiento del ejecutivo entrante, del legislativo federal y de 19 congresos local y que independientemente de las declaraciones de las legisladoras y los legisladores, incluido el mensaje mediante el que Martí Batres comunica la presentación de una iniciativa de ley con la que terminaría la vida del Instituto Nacional de Evaluación para la Educación, habría un nuevo Acuerdo Nacional para la Educación que abrogaría el entramado administrativo que permite que el INEE se conduzca como el autor intelectual de todos los desaguisados instrumentados en contra de maestras y maestros, dejando en manos de las autoridades educativas, la responsabilidad de la operación de ejecutar una persecución que diera origen a la insurrección magisterial de los últimos años. Tu comentario dio paso al contenido de la misiva que hoy nos ocupa: el que las hace nos las tolera y aunque el PRI, el PAN y PRD no perdonen, tardarán por lo menos seis años -si el voto popular en el 24 les regresara al poder- para ajustar cuentas.

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