Pepsi cerró su planta y dejó de operar en Pungarabato, en la región de Tierra Caliente, Guerrero, debido a la inseguridad creciente en la zona, así como a repetidos intentos de extorsión y cobro de piso a trabajadores; Coca-Cola hizo lo mismo desde marzo.
Lo anterior, de acuerdo con empleados de la empresa estadounidense, el fin de las operaciones empezó desde el pasado jueves, cuando inició la recolección de refrigeradores en puntos de venta en nueve municipios michoacanos.
Por su parte, el vocero del Grupo Coordinación Guerrero (CGC), Roberto Álvarez Heredia, refirió que personal de la Secretaría de Economía estatal se presentó este lunes en las instalaciones de la compañía y la encontró cerrada, incluso “hasta los letreros ya habían retirado”.
Asimismo, aseguró que los directivos de empresa no han informado formalmente a las autoridades estatales para conocer las causas que la llevaron a cerrar su planta, que operaba desde hace 30 años en Pungarabato.
En cuanto a Coca-Cola, medios locales señalan que dejó de operar en la región por delitos similares.
Editado por Luis Alberto Palacios
