El Comité Internacional de la Cruz Roja develó una muestra fotográfica de habitantes de Marawi, Filipinas, que evidencia que, desde mayo de 2017 y hasta hace poco, sufrieron una ofensiva contra combatientes de grupos terroristas.
En mayo del año pasado en Marawi, al sur del país, se emprendió una combativa contra dos grupos terroristas de interpretación radical del Islam: Abu Sayaf y Maute, que clamaron estar relacionados con el Estado Islámico (ISIS) o mejor dicho daesh.
A partir de ese momento y hasta octubre de 2017, se impuso la ley marcial en la zona. De acuerdo con una investigación realizada por el canal de noticias AlJazeera, esos dos grupos reclutaron a infantes durante todo ese tiempo.
Sin embargo, la lucha ocasionó que 300 mil personas se vieran obligadas a abandonar sus casas, según advirtió Cruz Roja con la muestra gráfica. La misma institución dio a conocer que de los filipinos que dejaron la ciudad, 230 mil continúan en desplazamiento a pesar de que el conflicto terminó.
Las imágenes tienen la intención de evidenciar la situación por la que atravesaron las familias y las consecuencias que esta lucha dejó; se puede observar, por ejemplo, que familias fueron separadas o sufrieron la pérdida de uno de sus miembros.
80,000 personas aún sin servicios básicos
Y es que, en octubre del año pasado, cuando del presidente filipino Rodrigo Duterte anunció la liberación de la ciudad, la prensa internacional informó que durante el conflicto, mil personas perdieron la vida, aproximadamente el 80 por ciento era militante de los grupos.
Las fotos denuncian las condiciones actuales, como los daños que negocios y casas sufrieron. Cuando la lucha se terminó, el secretario de defensa del país asiático, Delfin Lorenzana, aseveró que la reconstrucción de la zona constaría un estimado de 1.95 mil millones de dólares.
La situación no mejoró con la salida del grupo terrorista, pues el pasado diciembre, Cruz Roja informó que para esa fecha la mayoría de la población de Marawi era dependiente de la ayuda de parientes, el Estado o de las asociaciones civiles así como de organismos internacionales.
Tres meses después, la situación no pareció mejorar, pues en marzo de este año, la Cruz Roja advirtió que luego de varios meses que el conflicto cesara, 81 mil personas aún no tenían acceso a servicios básicos.
Las condiciones actuales tienen serias repercusiones, principalmente en las familias con menores recursos económicos, tal como lo muestra el material gráfico publicado.
