PrimerPlano-LoQueDicenLasColumnasDe-Mexico

La Operación Meade

Raymundo Riva Palacio en su columna Estrictamente Personal, publicada en El Financiero, señala que formalmente, La Operación, como la llaman algunos en los cuartos de guerra de José Antonio Meade, comenzó la semana pasada. Inició informalmente en el portal Pejeleaks, que de acuerdo con personas altamente informadas, no tiene vínculos orgánicos entre sus financieros y promotores con el equipo del candidato presidencial, que publicó las presuntas ligas de los familiares del puntero en las encuestas, Andrés Manuel López Obrador, con el narcotráfico. A partir de ahí, mientras el sector privado rompía los puentes con él, señalándolo de intolerante al diálogo, revelaciones en la prensa sobre otros vínculos de personas cercanas a él con el crimen organizado y un realineamiento en los liderazgos políticos, fueron estableciendo los nuevos términos de la batalla electoral.

La Operación, si era importante la semana pasada, se volvió crucial una vez pasado el primer debate presidencial este domingo, donde las diferentes mediciones sobre el comportamiento de los candidatos –aquellas que no son manipuladas por el PRI–, arrumbaron a Meade a un lejano tercer lugar, y quizá fuera de competencia. El candidato de la coalición frentista, Ricardo Anaya, con quien disputaba el segundo lugar en preferencia electoral, fue calificado unánimemente como el ganador, mientras que el puntero López Obrador probablemente mantendrá la tendencia y una cómoda ventaja sobre sus adversarios. La Operación de pinzas, por tanto, dejó de ser una acción estratégica para convertirse en una de sobrevivencia.

Pejeleaks.org es financiado por varios importantes empresarios que, de acuerdo con la información que ha trascendido sobre sus orígenes, no apoyan a Meade, sino al candidato frentista Ricardo Anaya. El portal, que nació con el único objetivo de ser un mecanismo de rendición de cuentas de Andrés Manuel López Obrador, publicó el lunes 16 que su hermano menor, Martín Jesús, había recibido un millón y medio de pesos en septiembre de 2016 de Zaida Irene Leaños López, pareja de Roberto Nájera Gutiérrez, presunto operador del Cártel de Sinaloa y detenido en 2017 acusado de asesinato, sin que se aclare la razón de esa entrega de dinero. En ese mismo paquete, Pejeleaks reveló las relaciones personales de Pamela, una de las sobrinas del candidato en Tabasco, uno de los cuales fue asesinado en 2005 dentro de una disputa entre bandas criminales. El portal reveló también, sin profundizar, que Pamela fue “levantada” en 2007 por presuntos sicarios en San Pedro Garza García, Nuevo León. Nada de esto ha sido desmentido por López Obrador.

Dos días después, el 18, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Juan Pablo Castañón, acusó a López Obrador de “intolerante” y poco dispuesto a escuchar sus argumentos sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, por lo que fueron canceladas las mesas de diálogo técnico sobre la obra que habían acordado. El jueves 19 por la noche, la maquinaria política de la campaña de Meade se desplegó. Después de hablar a través de interlocutores, el excandidato independiente a la presidencia, Armando Ríos Piter, compañero en el ITAM del grupo de economistas influyentes en los entornos de Meade y del propio López Obrador, se sumó a la campaña del candidato oficialista, en lo que sería una cascada de realineamientos políticos.

El viernes 20, El Universal publicó una entrevista con Manlio Fabio Beltrones, quien dijo que el voto útil debía ser para Meade, porque “dárselo a alguien que no tiene la experiencia ni solidez para gobernar lo volvería un voto inútil”. Por la noche, el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, que llegó al poder como resultado de una gran coalición de partidos encabezados por el PRD, respaldados fuertemente por el PAN, rompió con Anaya y le entregó su respaldo a Meade. La decisión de Aureoles forma parte de una estrategia para reconstruir el voto útil que la radicalización de Anaya y su discurso de corrupción contra el PRI eliminó. Si la postura de Anaya creó una nueva dinámica donde el voto útil de panistas y priistas caen a López Obrador, la ruptura provocada por Aureoles abrió la posibilidad de que gobernadores y grupos políticos perredistas, e incluso panistas agraviados por su candidato, opten por la candidatura de Meade.

Aquí la columna completa

El dilema que beneficia a AMLO

Leo Zuckermann en su columna Juegos de poder, publicada en Excélsior, indica que el debate presidencial del domingo se dividió en dos tiempos. En la primera parte —aproximadamente una hora— todos los candidatos atacaron sin misericordia a López Obrador. Era previsible, tomando en cuenta la gran ventaja con la que el morenista había llegado al debate. AMLO, en lugar de contraatacar, se mantuvo en silencio o repitió sus múltiples clichés que ha desarrollado a lo largo de tres campañas presidenciales. Su lenguaje corporal era, sin embargo, elocuentísimo: Se veía incómodo, molesto e irritado. Los ataques, sin duda, estaban funcionando.

En eso, increíblemente, Anaya y Meade decidieron cambiar sus baterías para atacarse entre ellos. En ese preciso momento, la cámara tomó a López Obrador quien, por primera ocasión, sonreía. Pues claro: Si algo hemos aprendido de esta campaña es que, mientras el panista y el priista se enfrenten, el morenista gana. De esta forma, durante la segunda parte del debate —otra hora aproximadamente—, López Obrador pudo respirar y recomponerse. Conclusión: Salió golpeado, pero no noqueado. Nada mal para el puntero en las encuestas.

Para mí, lo importante del debate fue cómo se administraron los ataques en los dos tiempos arriba descritos. Fue la estampa perfecta de lo que hemos observado durante esta campaña. El “PRIAN”, dividido en tres fuerzas (además de Anaya y Meade, Margarita Zavala), peleándose entre ellos y fortaleciendo, en todo este proceso, a López Obrador. Si en lugar de eso se dedicaran, como lo hicieron la primera hora del debate, a atacar al puntero en las encuestas, alguno de los tres tendría la posibilidad de subir, alcanzar y hasta rebasar a AMLO. Pero, mientras continúen peleándose, como en la segunda hora, ninguno podrá disputarle en serio la elección al tabasqueño.

Anaya estuvo bien. Por fin apareció después de tres semanas de campaña donde no había hecho nada. Como escribí aquí la semana pasada, había sido una completa decepción. El debate sirvió para relanzarlo y posicionarlo como el candidato que efectivamente le podría ganar a López Obrador. Deberá seguir peleándose contra el tabasqueño, pero, y he aquí la trampa, también diferenciándose de Peña y su candidato (Meade). Pero, si Anaya los ataca, estos naturalmente reaccionarán y contraatacarán beneficiando a… López Obrador. Súmese a esto los ataques de Margarita en contra de su excompañero de partido que también le restan puntos.

Yo lo tengo muy claro: O el “PRIAN” se pone de acuerdo para no atacarse entre ellos o esta elección ya la ganó López Obrador. No veo cómo pueda alguien ganarle al tabasqueño, con la ventaja que trae, a menos que haya una especie de pacto entre Zavala, Anaya, Meade y, desde luego, Peña. Como decía la semana pasada, un TUCAMLO: Todos Unidos Contra López Obrador. Sin embargo, eso es asumir que pueden ponerse de acuerdo superando los múltiples agravios que existen entre los cuatro personajes mencionados (los tres candidatos y el Presidente). Además de que Anaya puede cosechar votos dejando de atacar al PRI y al gobierno actual. Son dos supuestos muy grandotes, quizá imposibles en la realidad.

Aquí la columna completa

Lo que dejó el debate

Joaquín López Dóriga en su columna En Privado, publicada en Milenio, señala que se quieren aplaudir con una mano. Florestán

El primer debate vino y pasó superando expectativas.

El papel de los moderadores, antes meros tomadores de tiempo, fue la gran diferencia y reconozco el desempeño, inteligencia, preparación y rigor periodístico de mi compañera Denise Maerker, aunque no lo necesite, ahí está su trabajo, a Azucena Uresti que se llevaron al hombre de negro, Sergio Sarmiento.

Los candidatos no entendieron el formato, tiempos y turnos y, por tanto, no los administraron.

Pero la cancha y las reglas eran para todos, ya luego cada quien jugó como quiso o pudo.

Aquí la columna completa

¡Debate para idiotas!

Ricardo Alemán en su columna Itinerario Político, publicada en Milenio, indica que cómo ya dijimos, el ganador del primer debate presidencial de 2018 es el ciudadano de la calle, el que no tiene la posibilidad de ver a los candidatos en una confrontación como la que exhibieron el pasado domingo.

Sin duda, asistimos al nacimiento de la cultura del debate, la confrontación de ideas, la exhibición de fortalezas y debilidades; del ataque al adversario, el esgrima en corto, el recurso de la memoria y la historia y, en suma, a una batalla por la percepción en la que todos echan mano de sus mejores armas y donde quedan exhibidas la mentira, el engaño, la transa y el cinismo

En los hechos, el primer debate presidencial mexicano se convirtió en mucho más que una fría cámara de televisión. La que vimos fue una cámara de rayos X, capaz de poner ante los ojos ciudadanos el material del que están hechos los aspirantes presidenciales.

Rayos X que igual dejaron ver las miserias que la virtud; el gusto por la mentira y el engaño frente a la honestidad; las aberraciones de lo imposible frente a lo probable y hasta las habilidades para el cinismo y el valemadrismo, propios de la política y los políticos.

Sí, la democracia mexicana entró a los debates presidenciales; etapa donde los moderadores también perdieron el miedo a preguntar y contener a políticos, cuya incontinencia oratoria es incapaz de coagularse en 30 o 60 segundos.

Aquí la columna completa

El debate quita el sueño al Presidente

La columna Bajo Reserva, publicada en El Universal, señala que el primer debate presidencial le quitó el sueño al presidente Enrique Peña Nieto. Pero no se confunda, nos dicen que por el cambio de horario el mandatario, quien realizaba una gira de trabajo por Europa, apenas durmió un par de horas. En el primer círculo presidencial nos comentan que el Presidente se levantó a las 2:30 de la mañana, tras concluir sus actividades poco después de las 23:30 del domingo, y que el debate lo siguió en su habitación por internet sólo acompañado por su esposa Angélica Rivera, el canciller Luis Videgaray, su secretario privado Jorge Corona, su coordinador de asesores Carlos Pérez-Verdía y el jefe del Estado Mayor Presidencial. Nos comentan que Peña Nieto estuvo muy atento, que hubo risas con algunas intervenciones de El Bronco y seriedad ante intervenciones y ataques de Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya contra José Antonio Meade. ¿A quién vería ganar el Presidente el debate?

El ex priísta incómodo de AMLO

Nos dicen que ayer Andrés Manuel López Obrador tuvo un desaguisado en el mitin que encabezó en Valle de Chalco. El tabasqueño se hizo acompañar por el candidato a diputado federal y ex priísta Luis Enrique Martínez Ventura, quien fue severamente abucheado por los más de 6 mil simpatizantes que se dieron cita en el deportivo Luis Donaldo Colosio. Don Andrés Manuel quiso contener los abucheos, pero es tanto el desprestigio que tiene el también ex alcalde de Valle de Chalco, que no pudo contra las rechiflas de sus seguidores. Al parecer a don Andrés le está saliendo caro subir a algunos personajes al tren de su campaña, quienes podrían restarle a la cómoda ventaja que hoy les lleva a sus adversarios.

Aquí la columna completa

La columna Trascendió, publicada en Milenio, indica que el debate dejó para todo, incluso para sacar las infracciones de tránsito que tiene el automóvil en el que se traslada Andrés Manuel López Obrador por Ciudad de México.

El equipo del candidato asegura que las tres multas por circular a exceso de velocidad y por carriles donde no debía fueron pagadas oportunamente y lo atribuyen a una “ya burda guerra sucia” contra el puntero en las encuestas.

Hay que recordar que igual suerte corrió la aspirante de Morena en la capital, Claudia Sheinbaum, cuyo auto para los recorridos diarios acumulaba más de cinco infracciones cuando se le colocó el inmovilizador hace unos meses.

Que por querer demostrar la ineficiencia de los partidos de izquierda en materia de servicios urbanos, el candidato del PRI a la Jefatura de Gobierno, Mikel Arriola, metió la pata y cayó en una coladera en la colonia Doctores.

Para algunos de los asistentes al recorrido por el mercado Hidalgo esto no fue casualidad, y es que minutos antes de que el aspirante intentara colocar correctamente la tapa que cubría el drenaje, un integrante de su equipo de logística había sufrido un accidente en el lugar.

Aquí la columna completa

incendios forestales