Daniela Morales, mujer transexual, denunció que en la Feria de Puebla fue víctima de humillación, homofobia y violencia física por parte de policías, quienes la sacaron del baño a la fuerza y la retuvieron.
El sábado –contó Daniela en una transmisión en vivo que aún se encuentra en Faceboook—señaló que acudió al Centro Expositor –sede de la feria–; alrededor de las 12 y media de la madrugada, fue al baño cuando un tipo, ya tomado, se le acercó para decirle que le gustaba, lo cual ella ignoró para seguir y meterse.
Ya adentro –relató– comenzó a hostigarla, pues aunque ella le dijo que no quería nada, él insistió azotándole la puerta y hacerle ruido, para luego abrirle un grupo de policías; uno de ellos le pidió salirse, pues la reportaron por hacer cosas “indebidas”.
Asegura que ella aún estaba sentada cuando los uniformados, de forma violenta, la sacaron y la hicieron caminar, mientras que al sujeto que la acosó primero se lo llevaron a otro lado, a lo que Daniela cuestiona “no sé si me pusieron un cuatro”.
Cuando intenta irse, ya con su amiga que la estaba esperando al lado, afirma que una de los policías la detiene y le dicen que no puede retirarse, pues la iban a remitir.
Más violencia física
“Les dije: estás pendeja, no me puedes hacer nada, yo sólo hacía del baño. Me dice que me reportaron. Camino y se me van encima cinco, pero agresivamente”, cuenta.
Entonces, “empieza la masacre, me pegan con macanas en la espalda (…) me cubro los pechos y la cara (…) los policías saben cómo y dónde para no dejar marcas”. Asegura Daniela que entonces corre a refugiarse al bar Las Piñas –el cual, aclaró, no tuvo nada que ver—al que llegó porque adentro estaban unas amigas que se dieron cuenta de lo que pasaba.
Afuera de ese lugar, se agarró de un tubo blanco, lo cual está evidenciado en un video que circula en Facebook grabado por un visitante de la feria que también resultó violentando por los uniformados que impidieron su derecho a documentar al darle un manotazo para que cesara la grabación.
A este punto, indica, atrás de los cuatro policías que más agresivos se pusieron, ya había otros 50 que la estaba acorralando “como asesina, como delincuente, que ni siquiera se ponen así”. Para hacerla que se soltara, asevera que uno de ellos le soltó un fuerte golpe en el brazo que la hizo zafarse.
“Los polis no están para cuidarnos”
De este modo, cuenta, los cuatro policías, entre estos una mujer, la agarraron de los cabellos y la sacaron a rastras de la feria; aunque había gente que intentaba defenderla, afirmó que eran hostigados del mismo modo, pues los uniformados les decían que si se metían les iba a ir igual. “Pensé que me iban a matar”.
En este transcurso, refiere que se iba quejando de los golpes en sus pechos y fue entonces cuando “el comandante” “le bajó a su voz, pues ya una vez que la soltaron, indica, seguía la violencia verbal al recriminarle que eso le pesaba por “exaltarse”, a lo que ella contestó que la violencia vino primero de ellos.
Posteriormente, asegura que le tomaron fotos, a lo cual no se negó y termina su relato para luego lamentar que la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Travesti, Transexual, Transgénero, Intersexual y Queer (Lgbtttiq) sea tratada con este desdén.
También cuestionó al tipo de policías que el gobierno tiene, pues no están capacitados ni mucho menos para garantizar los derechos de las personas, pues en lugar de salvaguardar la seguridad, atacan.
