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El refugio de Duarte

Raymundo Riva Palacio en su columna Estrictamente Personal, publicada en El Financiero, indica que el jueves pasado, la Procuraduría General de la República pidió oficialmente al Departamento de Justicia de Estados Unidos la inmediata captura del exgobernador de Chihuahua, César Duarte, con fines de extradición. El procurador Alberto Elías Beltrán, cuando anunció que se ejecutaría esa acción, no dio a conocer a qué país se haría la solicitud, para evitar, explicó, la posibilidad de que Duarte escapara. Ese no era el motivo. La PGR sabe hace tiempo dónde se encontraba Duarte, pero extremaron cuidados para evitar una eventual denuncia por violación al proceso. Duarte se encuentra viviendo en Miami, Florida. Lo sabía el gobierno mexicano y lo sabía el estadounidense.

Duarte terminó su mandato como gobernador en octubre de 2016, tras lo cual se fue a vivir a El Paso, Texas, población gemela de Ciudad Juárez. Desde marzo de 2017 se fue a vivir a Miami, en la zona de Coral Gables, en el condado de Miami-Dade, al sur de aquella ciudad, y en donde permanece hasta este momento. Duarte nunca se ha escondido, y el departamento que rentó lo hizo a su nombre. Ahí ha seguido todo el proceso que tiene en México y la cruda realidad de que sus amigos y protectores lo fueron abandonando en el camino. Ofrecimientos de dinero prometido para ayudarlo, al tener congeladas sus cuentas y bienes, nunca llegaron, con lo cual sus recursos se han ido agotando lenta pero continuamente.

La vida cotidiana de Duarte no ha sido la de alguien a salto de mata, de acuerdo con personas que ha conocido de su estadía. Incluso hay quienes lo han llegado a ver caminando por la avenida Brickell, donde se encuentra el centro financiero de Miami, muy cerca de Coral Gables, o en algunos restaurantes de la zona. Su familia, o los pocos que lo visitan, tampoco se esconden. Su estadía de casi 11 meses en Miami había sido en relativa calma, sin que las autoridades de ambos países trabajaran para apurar el caso. Fue la presión del gobernador de Chihuahua, Javier Corral, a las autoridades estadounidenses, lo que llevó a que el gobierno de ese país la trasladara a la PGR y empezara a insistir de manera creciente que solicitara la extradición.

De acuerdo con la información a la que se ha tenido acceso, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto había estado alargando el proceso, que tuvo que acelerar por la presión de Washington. Públicamente, las autoridades mexicanas han negado presiones políticas para darle cause a la solicitud de extradición, pero no es así. Soportaron las de Corral, pero no las de Estados Unidos, e iniciaron el proceso en contra del deseo de algunos políticos amigos de él, como el presidente Peña Nieto y el líder del PRI en el Senado, Emilio Gamboa.

El viernes pasado la PGR presentó tres solicitudes formales con fines de extradición, dos de ellas de la Fiscalía de Chihuahua y una más de la Fiscalía Especializada para Delitos Electorales. Elías Beltrán anticipó que se trabajaba en ocho más para dar seguimiento a las 11 causas penales que han sido presentadas, pero tendrían que ser entregadas al Departamento de Justicia para integrarlas al caso antes de proceder a extraditarlo. De no ser así, sólo podrán juzgar a Duarte por los delitos bajo los cuales se pidió que lo regresaran a México.

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El primer año del cavernícola

Leo Zuckermann en su columna Juegos de poder, publicada en Excélsior, señala que cuando era más joven, a Donald Trump le gustaba acostarse con las esposas de sus amigos. Para tal efecto, primero abordaba a la mujer en cuestión, haciéndole todo tipo de preguntas sobre su matrimonio. Luego citaba al marido a su oficina, donde le cuestionaba cómo iba la relación con su mujer, qué tan seguido hacían el amor, si lo disfrutaban, si le era fiel, en fin, preguntas muy íntimas. Después le decía que llegarían un par de “modelos” y lo invitaba a tener una “fiesta privada”. Toda esta conversación con el marido la estaba escuchando la esposa en el altavoz del teléfono. Así la patanería del hoy Presidente de Estados Unidos.

Ésta es una de las tantas anécdotas que cuenta Michael Wolff en Fire and Fury: Inside the Trump White House. Leí este libro de cabo a rabo, fascinado por la cantidad de chismes de este hombre que no estaba destinado a ganar la elección presidencial. Ayer leía la editorial de Mario Vargas Llosa, quien afirmaba que se trataba de “una pérdida de tiempo” leer este libro. No estoy de acuerdo. Como argumenta el Premio Nobel de Literatura, es cierto que la descripción que hace Wolff de la Presidencia de Trump es “exagerada y caricatural”. Pero, con que el 10% de lo que revela el autor sea verdad, nos trasmite la idea del tamaño de la tragedia que ha significado la llegada de un cavernícola a uno de los puestos más importantes del mundo.

Quizá la palabra que mejor describa los primeros meses de Trump en la Casa Blanca sea “caos”. Desorden absoluto de un personaje que se sacó la lotería, pero que no sabe qué hacer con el premio. Efectivamente, todos en la campaña de Trump, incluyendo al candidato, quizá con la excepción de Steve Bannon, esperaban la derrota en la elección presidencial. Ése era su Plan A y no tenían Plan B. Wolff cuenta cómo Melania lloró a moco tendido la noche de la elección cuando se enteró que se convertiría en la Primera Dama. No de alegría, sino de tristeza, por las locuras de su marido. Ella que vivía tan apaciblemente —y quería seguir viviendo— en el mundo de las páginas sociales de Nueva York.

Caos de una Casa Blanca donde todo mundo opinaba y metía su cuchara. Nadie sabía qué demonios hacer. Tres facciones enfrentadas a muerte para ganarse el favor del Presidente. La hija, Ivanka, y el yerno, Jared Kushner, en representación de la familia y con ideas más moderadas. Bannon, el estratega, ideólogo de la revolución nativista y populista. Reince Priebus, representante del establishment del Partido Republicano. Y en el centro, un narcisista obsesionado con los medios de comunicación.

Durante la campaña todos creyeron que su papel era manejar, de alguna forma, al indómito Trump. Cuando llegaron al poder, todos esperaban que el Presidente les dijera qué hacer. Pero Donald no sabía qué hacer. Roger Ailes, fundador de Fox News, amigo del magnate neoyorquino, siempre supo que Trump no tenía ningún tipo de convicción política. “Es un rebelde sin causa”, decía.

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Cuevas, ¿convicción democrática de verdad o ambición?

Joaquín López-Dóriga en su columna En Privado, publicada en Milenio, indica que ¡Claro que finge! Pero no lo que dice sentir. Florestán

La última vez que hablé con Gabriela Cuevas fue en octubre. Había regresado, exultante, de la Asamblea de la Unión Interparlamentaria, en San Petersburgo, que agrupa a 173 congresos legislativos del mundo y había sido electa su presidenta.

El que la mexicana, la segunda mujer en presidir esa asamblea, fuera electa no fue producto de la casualidad ni de un esfuerzo personal. Desde el 22 de mayo, con apoyo del gobierno del presidente Peña Nieto, vía la cancillería, los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, previo a una serie de acuerdos y negociaciones, cabildearon su candidatura.

Entonces me dijo que a través de ella, México iba a posicionar los temas que le interesan y que todas las instituciones hablarán por nuestro país, lo que nos permite tener el doble de contactos que los que hoy tiene el país, desde el Congreso y desde la Secretaría de Relaciones Exteriores. También que era la primera mexicana en ocupar ese cargo y la más joven.

Electa de 2017 a 2020, con el requisito esencial de ser legisladora, le pregunté de su futuro, su gestión de senadora termina el 30 de agosto y le comenté que entonces tendría que buscar un diputación el 1 de julio para cumplir esa condición, en lo que estuvo de acuerdo. Y fue cuando me dejó ver que sería candidata del PAN a una curul para conservar la presidencia de la Unión Interparlamentaria, y lo vi natural.

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‘El castillo de la pureza’

Ricardo Alemán en su columna Itinerario Político, publicada en Milenio, señala que dice que no roba, pero entre sus leales y principales colaboradores están Claudia Sheinbaum, René Bejarano y Marcelo Ebrard, quienes nunca explicaron el contexto de las pacas de dinero en bolsas de súper, el costo fraudulento de los segundos pisos y el fraude de la Línea Dorada del Metro.

Habla de “honestidad valiente”, pero hasta hoy nadie sabe de qué vive, cuánto dinero gasta, cuántos impuestos paga, quién mantiene una campaña por años; nadie sabe de qué viven los hijos y de dónde sale el costoso gasto de una prole que disfruta de vivir en El castillo de la pureza.

Cuestiona el nepotismo de políticos y servidores públicos, pero El castillo de la pureza es el reino del nepotismo, manejado precisamente por Andy, el orgullo nepotista, además de que toda la prole tiene hueso en la empresa familiar.

A la menor provocación dice que sus adversarios son ambiciosos e inmorales, que solo buscan puestos, pero nadie ha explicado las milagrosas contradicciones entre “un candidato pobre y un partido rico”, por un lado y, por otro, “un candidato pobre con hijos ricos”.

Pregona en plazas públicas que no es un populista, pero todo su discurso y buena parte de su propuesta de gobierno es una grosera copia populista; populismo para la educación, populismo para la economía, populismo para la seguridad, para el campo.

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Barrales y Juan Osorio, en campaña de telenovela

La columna Bajo Reserva, publica en El Universal, indica que el productor de telenovelas Juan Osorio también puede hacer realidad los sueños de algunos políticos. Es el caso de la candidata de la alianza Por México al Frente para la jefatura de la Ciudad de México, Alejandra Barrales. Nos dicen que don Juan está coordinando la producción de algunos spots para la aspirante de la coalición integrada por PAN-PRD-MC, a la par que trabaja en una telenovela. Pero no crea usted que Osorio y doña Alejandra mezclan la ficción y la política, ¡nada de eso! La primera versión, nos comentan, es que el productor estaba trabajando muy de cerca en la campaña de la perredista. Sin embargo, nos explican, don Juan solamente se encarga de que la producción de los próximos mensajes de televisión sea todo un éxito para la candidata. ¡Ah!, pero como en todas las historias, en el equipo de Barrales niegan que don Juan sea el coordinador de imagen de la ex dirigente del PRD. ¿Habrá final feliz en esta trama-campaña de telenovela?

¿Réplica a perpetuidad?

Por segundo día, la Suprema Corte de Justicia de la Nación continúa este martes la discusión de la legislación sobre derecho de réplica que los partidos PRD y Morena llevaron ante el alto tribunal. Nos explican que el proyecto del ministro Javier Laynez Potisek es positivo y libertario, y que a diferencia de lo que los partidos querían, contempla que la réplica no aplica para la información cierta aun cuando esta ocasione un agravio. Sin embargo, aún hay algunos puntos en el proyecto que llaman la atención, por ejemplo, que se puede dejar a perpetuidad la posibilidad de solicitar la réplica, y no como actualmente sucede, que existe un plazo para hacerlo. Esta legislación será puesta en vigor justo en este año electoral y normará la cobertura informativa de los medios electrónicos e impresos. En este tramo del debate, nos comentan, es muy importante contrastar si algún ministro cambia de posición con respecto a sus votaciones anteriores en este mismo tema con el fin de agradar a los partidos políticos. ¿Veremos malabares y cambios de posición a la hora de la votación?

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La columna Trascendió, publicada en Milenio, señala que con la renuncia de Gabriela Cuevas, la gente del PAN no tardó en asegurar que no son tiempos para el reparto de cargos legislativos, pero resulta que hay quien ya amarró hueso.

Se trata del dirigente nacional, Damián Zepeda, quien será el próximo coordinador en San Lázaro, pues según panistas que ya vieron esas listas, el sonorense es el número uno en las plurinominales.

Que a la reunión de Alejandra Barrales, precandidata de la coalición Por CdMx al Frente, con la militancia panista de la capital, asistió la senadora Mariana Gómez del Campo, a quien le expresó su beneplácito de que en esta ocasión no compitan por el mismo puesto.

“Me das mucha batalla, amiga”, le dijo la perredista, a lo que respondió con una sonrisa la panista que, por cierto, se salió poco antes de que Ricardo Anaya diera su discurso.

Que a Andrés Manuel López Obrador de plano se le salió confirmar que Cuauhtémoc Blanco será el abanderado de la coalición Juntos Haremos Historia para la gubernatura de Morelos, pues mientras los dirigentes de Morena, PT y PES daban una conferencia de prensa el domingo en Ciudad de México, anunciando que en los próximos días se revelaría al ganador de la encuesta, el tabaqueño declaraba en Veracruz que el ex futbolista era el bueno.

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