Columnistas-JuanCarlosLastiri

Hablar de la Nueva Agenda Urbana (NAU), como lo he venido comentando en este espacio, es hablar de una declaratoria de principios para la formulación de políticas públicas, planes y programas a nivel local, regional y nacional.

Los ejes que guían este documento rector son: vivienda para construir ciudades; desarrollo regional para combatir la desigualdad; un nuevo marco legal para la gobernanza de las metrópolis; construcción de ciudades compactas y productivas; gestión eficiente del suelo con nuevas tecnologías y transparente para brindar seguridad jurídica; promoción de una nueva cultura del espacio público y la movilidad; ciudades sostenibles para cuidar nuestro entorno y resilientes ante los desastres naturales.

Es claro que esta nueva propuesta replantea los principios que han guiado el desarrollo urbano de la mayoría de los países en el mundo y como todo cambio, este implica un reto para su implementación por el sistema económico que nos guía, además de que debe tomar en cuenta las condiciones de cada entorno para su desarrollo.

En el caso de nuestro país considero que los puntos críticos para lograr una buena implementación están dados en las siguientes líneas: primero, todo lo que tiene que ver con la normativa que se aplica en el entorno urbano es decir, reglas y regulaciones urbanas porque los resultados en términos de calidad de un entorno urbano dependen de cómo se implementan las mismas además, de que es necesario el sustento del Estado de Derecho.

Una vez que tenemos un marco legal base del cual partir, debemos establecer una provisión adecuada de bienes comunes, incluyendo calles y espacios abiertos, en conjunto con un patrón eficiente de lotes edificables, es decir necesitamos principios claros de planificación y diseño urbano; hay un punto que en realidad considero es medular para los propósitos planteados, hablo de lo que tiene que ver con los recursos que van a permitir mantener las acciones de planeación, hablamos de finanzas municipales porque para tener un manejo y mantenimiento eficiente de la ciudad, los sistemas fiscales locales deberían redistribuir partes del valor urbano generado; por ultimo necesitamos tener una consideración hacia Políticas Urbanas Nacionales, las cuales establecen una conexión entre la dinámica de la urbanización y el proceso general del desarrollo nacional y para esto, hay que preservar la esencia de este Gobierno que va en el sentido de mantener una fuerte coordinación entre los diferentes niveles de gobierno, debemos de apoyar la coordinación intergubernamental para estar todos en un mismo objetivo.

Aquí considero adecuado que esta coordinación nos permita hacer de nuestra Puebla una entidad modelo en la aplicación de la NAU. Necesitamos trabajar en primer lugar en la revisión de nuestro marco legal, observo que Puebla tiene dos áreas de oportunidad en este sentido, la legislación urbana necesita actualizarse y es momento de incluir los principios de la NAU y en segundo, esta misma legislación debe responder a la metropolitización de Puebla con Tlaxcala, por lo que este año es fundamental concretar estos objetivos y ser el primer Estado alineado a la NAU.

Tenemos que trabajar también en la parte técnica para alinear los planes de desarrollo urbano a los principios de la agenda y tenemos que coordinar esfuerzos los tres órdenes de Gobierno.

Tenemos un reto muy importante por delante, hacer de Puebla el primer Estado que sigue la NAU pero, estoy cierto que desde la SEDATU lograremos integrar a los distintos órdenes de Gobierno para lograr una agenda que permita cumplir con los ejes rectores de esta porque, el hacerlo implica incidir en la mejora de nuestras ciudades, de la vinculación metropolitana con nuestro vecino y de, sobre todo, hacer valer el Derecho a la Ciudad de todos nosotros los Poblanos.

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