El día 9 del mes en curso los programas deportivos informaron en primera instancia, y luego los noticieros convencionales de las diversas televisoras en México, la noticia que se convirtió en tendencia viral, sobre dos personas mexicanas muy importantes, la primera Rafael Márquez, futbolista perteneciente al Club Atlas de Guadalajara e ícono de la Selección Nacional, triunfador en el mundo del deporte con diversos clubes de fut bol en el mundo entre ellos el Barcelona de España principalmente con el cual logró importantes títulos en su carrera profesional.- El segundo Julión Álvarez, artista del género de banda, y que recientemente surge a la fama, más cuando cantó a dúo con el incomparable Juan Gabriel, que también falleció recientemente.
Ambos personajes por así decirlo según las noticias difundidas por el departamento de justicia de los Estados Unidos de América, están inmiscuidos o vinculados, en las redes con narcotraficantes, acusación que de ser cierta es grave, muy grave, sobre todo para el primero de ellos, por ser como antes dije, un ícono de nuestros astros deportistas, capitán de la Selección nacional, a estas alturas ambas personas han reaccionado negando en primera instancia las acusaciones en su contra, no me imagino, también como otra vez digo, las consecuencias para uno, como para el otro.
Las autoridades mexicanas no se han pronunciado al respecto, únicamente el club de futbol, Atlas de Guadalajara, de manera inmediata quitó de sus promocionales la figura de Rafael Márquez, por su parte el Presidente de México Enrique Peña Nieto, borró inmediatamente la imagen donde aparecía promocionándose con Julión Álvarez, consecuencia ésta porque causa des honra y descrédito en este caso al presidente.
Las actuales horas serán cruciales en la vida de ambas personas, tendrán que aclarar fehacientemente su conducta y el producto de sus fortunas, alejadas de su actividad principal y que sea sospechosa de lavado de dinero o inversiones anómalas. En realidad siento que el mayor daño puede causarse a Rafael Márquez que además ha abanderado recientemente a los futbolistas para que les respeten sus derechos laborales y dignidad personal, además es un ejemplo a seguir por los niños y jóvenes y yo en particular espero, que no sean ciertas estas acusaciones, que le asista la verdad en lo que afirme y también finalmente su nombre se limpie con las correspondientes aclaraciones y no sea un chivo expiatorio, producto de alguna venganza privada, animadversión de parte del propio núcleo de personas que se dedican a lo mismo que él, al fútbol.
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