Al menos 200 pobladores de Palmarito Tochapan, municipio de Quecholac, se manifestaron en el zócalo de Puebla para exigir que el Ejército salga de su comunidad, pues afirmaron que “no todos” los pobladores son huachicoleros.
A bordo de camionetas de modelos recientes, los inconformes arribaron al zócalo minutos después del mediodía de este sábado.
Con pancartas y lonas impresas, señalaron que los colonos de dicha junta auxiliar “quieren paz”, por lo cual exigieron al gobierno del estado que pida a la Federación la salida de los militares.
Mientras unos pobladores gritaban consignas mediante un altavoz en el asta bandera, otros repartieron rosas blancas a los transeúntes, policías, comerciantes y visitantes que pasaban por el lugar.
Mujeres, hombres y jóvenes por igual portaron cartulinas y lonas donde se exigía “justicia por las víctimas” del enfrentamiento con personal del Ejército el pasado 3 de mayo, así como se acusaba a los soldados de instaurar un ambiente de violencia y temor en la población.
Llevan a niños para protestar
“No queremos más soldados” y “fuera el ejército” fueron algunas de las demandas de quienes afirmaron “no ser huachicoleros” ni tener ninguna relación con los grupos delincuenciales que roban el combustible a los ductos de Pemex en aquel municipio que forma parte del llamado “Triángulo Rojo”.
Los inconformes también llevaron niños para que portaran cartulinas en las que se podía leer “militar no dispares, no soy halcón”, así como “los niños queremos paz en Palmarito”.
Su protesta fue acompañada por los regidores y vecinos de Jolalpan, quienes mantienen un plantón en el zócalo desde el miércoles luego de ser desalojados del Congreso del Estado.
Tras hora y media de repartir flores y tratar de convencer a la gente de que “no todos en Palmarito son huachicoleros”, los manifestantes abordaron las camionetas Chevrolet y Toyota que estacionaron sobre la avenida Juan de Palafox y Mendoza y se fueron.
La semana pasada, vecinos de la misma junta auxiliar se manifestaron con ataúdes falsos y uno auténtico con un cadáver adentro, frente a Casa Aguayo -sede de la Secretaría General de Gobierno (SGG)- también para “exigir justicia” por las víctimas del enfrentamiento donde murieron 10 personas (cuatro de ellas militares) y para exigir que el Ejército abandone Quecholac.