“Excesiva” tarifa de $37: artistas urbanos; rechazan que Imacp los evalúe. Foto: EsImagen
“Excesiva” tarifa de $37: artistas urbanos; rechazan que Imacp los evalúe. Foto: EsImagen

Los artistas urbanos del Centro Histórico de Puebla apoyan un ordenamiento, pero rechazan pagar 37 pesos diarios al ayuntamiento; si bien algunos piden no pagar nada, otros plantean una tarifa de 10 pesos, pero sin ser “evaluados” como aprobó el Cabildo.

Los payasos, cantantes, músicos y acróbatas reprobaron tajantemente el nuevo reglamento que se aprobó el viernes, pues acusaron que no se les consultó ni tuvieron la oportunidad de opinar, sino que la tarifa sólo se impuso y es muy alta.

Entrevistados por Ángulo 7, coincidieron en que la nueva ley además “censura”, pues obliga a que los artistas que quieran obtener un permiso primero sean evaluados por el Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla (Imacp) y sea el organismo el que decida si su rutina merece ser exhibida.

De esta manera, denunciaron que se busca coartar su libertad de expresión, pues varios reconocieron que en sus rutinas incorporan chistes, canciones o lecturas (en el caso de los poetas o cuentacuentos) con críticas al gobierno o palabras “que ofenden a algunos”.

El payaso “Fosforito” labora en el parque San Luis, en la 10 Poniente con esquina 5 de Mayo; al ser entrevistado confesó que no conocía la nueva ley, pero al saber la cuota que quedó fijada, con una palabra altisonante hizo entender que era una exageración, pues aseguró que al día junta entre 100 y 200 pesos, pero es padre de una niña y la casa donde vive es rentada.

 

Rechazan reubicarse

Reconoció que hay días en que “le va mejor”, principalmente los fines de semana que llega a ganar hasta 300 pesos, pero aún así se negó a pagar 37 pesos diarios al gobierno municipal, quien lo “corrió” hace dos años de la 3 Oriente, cuando laboraba junto a la catedral.

En el mismo parque donde él trabaja, también lo hacen al menos otros 20 payasos, quienes actúan por turnos desde las 10 de la mañana hasta las 7 u 8 de la noche, algunos mejor disfrazados que otros, unos con más carisma y gracia, pero todos con la misma característica: se consideran artistas “callejeros” y no piensan retirarse del lugar ni mucho menos pagar por estar ahí.

El payaso “Memo” se denomina como uno de los más “nuevos” en el parque y afirmó que no pertenece a alguna organización, pero sí paga a un “líder” por presentarse, al igual que los demás payasos, pero explica que solo es “para llevar la fiesta en paz”, ya que otros payasos se han presentado sin desembolsar algo, pero eso ha provocado connatos de bronca.

Dijo desconocer el nombre del líder, incluso aseguró que solo “llega los domingos”, sin embargo, expresó que “dicen que es antorchista”.

En la explanada del Teatro Principal todas las tardes se juntan jóvenes de la escuela de Música de la BUAP e interpretan canciones populares o clásicas con el fin de recaudar unas monedas.

 

 

Tarifa es excesiva

Ellos no se consideran artistas urbanos, pues solo en su tiempo libre juntan algo de dinero, pero sí calificaron de “excesiva” la tarifa impuesta por el ayuntamiento, pues consideraron que lo máximo que podrían pagar en caso de que fueran obligados a hacerlo, sería la cantidad de 10 pesos por día.

Por más de diez años, el señor Roberto ha interpretado canciones de danzón, mambo y chachachá en la calle 5 de Mayo, entre la 2 y 4 Poniente; siempre viste con atuendo llamativo y con instrumentos en buen estado, como si fuera miembro de un grupo y solo cantara en la calle por pasatiempo.

De cierta forma lo es, pues señala que después de tanto tiempo ha conseguido amenizar algunas fiestas y dar conciertos en algunos lugares junto con sus amigos, pero sostiene que siempre vuelve a la calle “porque la extraña”.

Trabajar en la calle no es un gusto ni un capricho, se vuelve una forma de vida y llegas a tenerle cariño, pero eso pasa después de mucho tiempo, porque al principio lo haces por necesidad, porque no tienes opción”, expresa.

 

 

Reglamento es “inútil”

En el callejón John Lennon (3 Oriente, entre 4 y 6 Sur) se instalan en su mayoría malabaristas, acróbatas y bailarinas con aros, algunos de ellos estudiantes de la Facultad de Psicología de la BUAP, quienes tampoco avalaron la nueva ley y por el contrario la consideraron “inútil”.

De los cinco entrevistados –cuatro de ellos estudiantes– tres afirmaron que han sido víctimas de asaltos en la noche ahí en el callejón o en las calles aledañas cuando salen de clases alrededor de las 8 de la noche, por lo que consideraron que el gobierno debería ocuparse más de la seguridad que de la regulación de los artistas urbanos.

Mario, de sexto semestre, que además de hacer malabares vende aretes y collares, advirtió que la medida podría incluso incrementar la delincuencia, pues aseveró que al tener menos ingresos algunas personas podrían optar por “dedicarse a otra cosa”.

 

 

Rechazan evaluaciones

La tarifa de 37 pesos por día fue aprobada por mayoría el viernes por el Cabildo de Puebla; solo la regidora priista María del Rosario Sánchez Hernández, agremiada al Movimiento Antorchista, se abstuvo de votar, pues también consideró que la cuota era muy alta además de que “atentaba” contra la libertad de expresión.

La iniciativa pretendía que un comité “evaluaría” a cada artista que se quisiera incorporar al padrón que formará el ayuntamiento y, si su rutina no cumplía con una “conducta socialmente aceptada”, se les negaría el permiso.

Al final esta parte fue eliminada de la ley, pues los regidores coincidieron en que sí iba contra la libertad de expresión, sin embargo, se hizo obligatorio que los artistas acudan a capacitaciones, asesorías y evaluaciones en el Imacp.

El nuevo reglamento entrará en vigor en los primeros días de julio. Para ese entonces, los artistas solo se podrán instalar en los lugares autorizados si tienen permiso, si no, serán desalojados; además de que la cuota de 37 pesos podría replantearse en 2018.

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