El secretario de Seguridad Pública (SSP) de Puebla, Jesús Morales Rodríguez, aseguró que ninguna de las ejecuciones de la semana pasada en la entidad está vinculada con el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
En entrevista, tras la ceremonia conmemorativa por el 107 aniversario de la Revolución Mexicana, el funcionario estatal señaló que tras el análisis de cada caso se descartó la participación del CJNG luego de que trascendió que algunos cuerpos tenían marcados mensajes con tinta, los cuales se adjudicaron a ese grupo.
Explicó que el cadáver hallado en una barranca cerca del conjunto residencial Galaxias Bosques de Manzanilla, a la altura de la base de la ruta Loma Bella, se trataba de joven adicto a las drogas, que recientemente había salido de un anexo.
Mientras que otro de los cuerpos correspondía a un motociclista desaparecido y que fue encontrado sin vida en el río Zapatero a la altura del Bulevar Municipio Libre, además, reveló que su caída fue accidental pues llevaba consigo todas sus pertenencias, por lo que descartó que se hubiera tratado de un asalto u homicidio.
“Uno de los cuerpos era un joven que consumía PVC y estaba internado en un anexo (…) salió del anexo en compañía de su mamá y posteriormente regresó, pero a partir de ese momento ya no supieron de él. No tenía huellas de balazos, ni de navajazos, solo muchos golpes”, señaló.
Por lo anterior, ya investigan el centro para atención de drogadictos, indicó.
Narcomantas, por pugna en penal
Sobre las narcomantas, que aparecieron en el puente del Periférico Ecológico –el cual sirve como uno de los accesos al Cereso de San Miguel— a la altura de Camino al Batán– obedecieron a una pugna interna entre “El Lalo” y “El Michoacano” por el control de la venta de droga.
Por ello, señaló que fue trasladado “El Lalo” al Centro de Reinserción Social (Cereso) de Tepexi de Rodríguez, por lo que –insistió– las mantas no tienen asociación con el CJNG.
En Jalpan, dijo, se trató de un cuerpo “sembrado”, mientras que los asesinatos de Palmar de Bravo derivaron de pleitos en particulares, “los pobladores usan armas, por lo que cuando se da un conflicto se disparan entre ellos”.
“Traemos una investigación a fondo y se descarta la presencia del cartel”, subrayó, aunque dejó varios casos sin aclarar como los ocurridos en Cuautlancingo, donde se encontró un hombre con heridas provocadas con un arma blanca.
