El drama de los migrantes nepalíes. Foto: BBC
El drama de los migrantes nepalíes. Foto: BBC

Agencias de contratación nepalíes efectúan abusos contra quienes buscan un empleo en el exterior, debido al cobro de altas tarifas, además de la confiscación de documentos de identificación y la negación de información relevante al contrato laboral.

Amnistía Internacional (AI) advirtió en un informe que contratistas nepalíes han propiciado una situación grave respecto al proceso de obtención de un trabajo en otros país, pues “cobran ilegalmente tasas exorbitantes a los aspirantes a un puesto de trabajo en el extranjero y después abandonándolos allí cuando las cosas van mal” pronunció James Lynch, director adjunto del Programa de Asuntos Globales de la institución.

De acuerdo con la organización, más de 400 mil personas al año abandonan Nepal en búsqueda de trabajo; al grupo pertenecen, de acuerdo con datos del Departamento de Empleo en Extranjero de Nepal, 21 mil 421 mujeres, por lo que, es una amplia población la que podría estar sujeta a este tipo de arbitrariedades.

Existen tres destinos principales a los que se moviliza la fuerza laboral nepalí: Malasia, los países del Golfo y la India.

 

Agentes que cobran 7 veces más

Ya que la mayoría de las veces los trámites relacionados con la visa de trabajo corren a cargo de los empleadores, los migrantes se convierten en una población blanco de explotación laboral, incumplimiento de remuneración económica y la imposibilidad de abandonar el trabajo y por ello, el país destino.

Debido a lo anterior, han surgido en los países destino los llamados “agentes de repatriación” quienes se encargan de regresar a los trabajadores sin documentos de identificación a sus lugares de origen, estos con precios muy altos y también con los riesgos de esta actividad fuera del marco de la ley genera.

Antes de 2015, en un intento por reducir los prejuicios causados a la población migrante nepalí, el gobierno había dio a los contratistas un límite de cobro de 549 dólares por servicio; aunque la cifra, AI comprueba, era duplicada hasta siete veces por las agencias.

A partir del mismo año, el gobierno nepalí ha intentado reducir las afectaciones a sus nacionales, con lo que ha obligado a las agencias de contratación a que soliciten a los empleadores hacerse responsables por la transportación y el visado, motivo por el cual se consideró como cifra límite de cobro de servicios, unos 96 dólares, sin embargo, el estudio de AI demuestra que en la actualidad, ello se incumple.

 

Hechos sin precedentes

Lo mismo sucede respecto a las políticas de indemnización, implementadas por el gobierno asiático, que exigen el regreso del 100 por ciento de los pagos realizados por el migrante por concepto de servicios de contratistas sólo en caso de que no sean aceptados por los países destino debido a una condición de salud, lo que ha motivado a una discriminación por género y condición salubre de las personas interesadas en dejar Nepal y encontrar trabajo.

En el marco de la conferencia nacional sobre la migración en Nepal organizada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el titular del Ministerio de Trabajo y Empleo, Surya Man Gurung, apuntó que “el flujo saliente actual de trabajadores migrantes de Nepal no tiene precedentes debido a la disminución de las oportunidades de subsistencia”.

El tema de los migrantes nepalíes saltó a la prensa internacional cuando la población dedicada a los servicios de limpieza en Líbano participó de una serie de protestas para exigir mayores derechos y libertades como trabajadores.

La presencia nepalí en el movimiento fue de suma importancia, ya que formó parte de la fundación del Sindicato de Trabajadores Domésticos, luego de las manifestaciones dos de sus fundadoras: Sujana Rana y Roja Maya Limbu, quienes fueron deportadas a Nepal sin razón alguna.