Con la designación de Luis Miguel Barbosa Huerta como candidato de Morena a la gubernatura de Puebla, ese instituto político “perdió la oportunidad” de ser una opción distinta en 2018, esto por “pensar” más en la elección presidencial que en la local.
Así lo consideró, en entrevista con este medio, Miguel Ángel Calderón Chelius, coordinador de la Licenciatura de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Iberoamericana Puebla, quien agregó que la decisión tomada por el partido morenista tiene que leerse desde dos aristas.
La primera, explicó, Enrique Cárdenas Sánchez presentaba una ratificación del discurso de honradez que ha venido manejando el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y un cambio en la forma de hacer política en el estado.
Si bien dijo que el también exrector de la Udlap podía haber sido un candidato que atraería a electores distintos a los que simpatizan con dicho partido, aunque “la lectura fue” que sólo votarían por él, pero estos no sumarian sufragios a nivel nacional.
Además de que Cárdenas Sánchez en reiteradas ocasiones insistió en que no era militante, sino que competiría como un ciudadano respaldado por el membrete de Morena, lo que pudo “generar la percepción” al interior de que no abonaría positivamente para Andrés Manuel López Obrador.
Mientras que en el caso de Barbosa Huerta, el politólogo señaló que aunque no representaba un cambio de hacer política y una alternativa distinta a las que van a ofertarse en 2018, sí puede añadir votos para la candidatura presidencial, pues por el contrario –opinó— el no incluirlo “podría generar un alejamiento”.
Decisión fue por conveniencia política
“El sector del electorado está desesperado por buscar alternativas y eso pudo haber impulsado a Cárdenas, porque buscan políticos que representen otra cosa y con otro tipo de compromiso, pero Morena eligió a alguien de la izquierda perredista tradicional como Barbosa que es un candidato de continuidad y de conveniencia política”, pronunció.
A su juicio, comentó, el experredista sería un contendiente en el proceso electoral del próximo año con las conductas y perfiles similares a los del exgobernador Rafael Moreno Valle Rosas, por lo que los poblanos se quedarán sin alternativas reales.
Bajo ese contexto, mencionó que Barbosa Huerta tendría la capacidad para competir en “la guerra sucia de 2018” que pudiera generarse, además de que tendrá “más acarreo político” que el que hubiera garantizado Cárdenas Sánchez.
No obstante, aseveró que va a tener “muchos negativos” y es “muy vulnerable”, lo que –insistió— hace que Morena no vaya a representar en Puebla la imagen de una candidatura novedosa para los ciudadanos, quienes “no sabrán a quién darle el voto de castigo”.
Y es que dijo, aunque aún no están definidos los candidatos del PRI y del PAN que este último sería el que se designe en el Frente Ciudadano por México, pero que se perfila a la actual secretaria del albiazul Martha Erika Alonso Hidalgo, “ninguno” dará una opción distinta a la que se ha visto en los últimos años”.
Agregó que a para el próximo año se prevé que el escenario “sea turbio”, por lo que se verán “campañas sucias”, tanto a nivel local como nacional, “las opciones las van a ver, pero en realidad no se ve que vaya a representar un giro para el proceso electoral”.
Finalmente, Calderón Chelius indicó que aunque en las últimas elecciones se ha visto un mayor abstencionismo, para 2018 no se sabe cómo se vaya a dar, ya que se empalman las locales con la presidencial, lo que podría animar a los ciudadanos a salir a votar el primer domingo de julio.
