Raymundo Riva Palacio, en su columna Estrictamente personal, publicada en El Financiero, indica que México es un país tan dividido, que ni siquiera Donald Trump, el enemigo común, logra generar unidad. Este domingo se dio la última pincelada del desacuerdo nacional al darse dos marchas para protestar contra la beligerancia obscena del presidente de Estados Unidos contra los mexicanos, cuyos organizadores no sólo fueron incapaces de conciliar sus diferencias, sino que cruzaron descalificaciones recíprocas. Las marchas, escribió ingeniosamente Salvador Camarena en las páginas de El Financiero el viernes, son de quien las trabaja.

Organizaciones que durante años han trabajado más codo con codo que a codazos por la agenda de una mejor seguridad pública, se lanzaron por su lado a convocar su marcha frente a la amenaza externa, porque como sucede con todas las cosas en México, se politizó por razones domésticas que terminaron arrollando el objetivo común: el sí o el no que en esa marcha se valiera una condena al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto. Las dos marchas, asimismo, fueron rechazadas por la izquierda, convencida que era un respaldo al presidente.

Cada quien, según sus intereses, expuestos el domingo desde la racional del vacío ideológico y el interés particular, colocados por encima la búsqueda de unidad. La sociedad mexicana es mayor que el presidente en turno, que el gobierno, que los políticos y los sindicatos, que los medios, los periodistas y tantos savoranolas que emergen de todos lados, pero no es activa, sino pasiva, y quienes tienen la capacidad para organizar protestas terminan aplastando a quienes tienen deseos de participar en una acción colectiva y formar un frente común que si bien no cambiará las cosas de un día para otro, exprese que los ciudadanos no son actores de reparto en este país, sino figuras centrales de la vida pública.

Los marchistas del domingo y la mayoría silenciosa o gritona, o la que buscó el sabotaje y descalificación en las redes sociales, son espejo de la realidad nacional. En Paseo de la Reforma, se manifestaron el agua y el aceite. Los organizadores de una de las marchas pidieron que se enfocara todo a la protesta contra Trump, bajo el argumento, expuesto por Laura Elena Herrejón, de Movimiento Pro Vecino, impulsora de la marcha “Mexicanos Unidos”, que el objetivo era uno, el repudio al presidente de Estados Unidos, porque la ropa sucia se lava en casa, y no podían ni debían ligarla con una condena a Peña Nieto.

En el otro extremo, María Elena Morera, de Causa Común, quien comenzó a organizar la marcha “#VibraMexico”, que incorporó críticas a las políticas gubernamentales, denostó a Isabel Miranda de Wallace, de Alto al Secuestro, que caminó junto con Herrejón el domingo, al decirle que era una insensatez organizar otra marcha el mismo día a la misma hora. Las palabras se trasladaron a hechos y con hostilidad y gritos, se obligó a la señora Wallace a retirarse del Ángel de la Independencia, donde confluyeron. La intolerancia total en medio de la marcha que condenaba la intolerancia de Trump. La mezquindad patriotera y los intereses particulares, como siempre.

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¿Qué hacer con tanto enojo?

Leo Zuckermann en su columna Juegos de Poder, publicada en Excelsior, señala que hay mucho enojo en México. Vaya que hay razones: la corrupción gubernamental, los abusos de los poderosos, la impunidad de los que violan la ley, una economía de poco crecimiento y una persistente desigualdad social. Súmese a eso, ahora, los insultos del Presidente de Estados Unidos y sus amenazas en contra de México.

Al otro lado del Río Bravo, muchos estadunidenses también estaban muy enfadados y eso explica por qué votaron a favor de un demagogo nacionalista como Trump. En el Reino Unido también había mucha irritación que se canalizó en un voto para salirse de la Unión Europea.

¿Qué pasará en México con tanto enojo acumulado?

Ayer, miles de mexicanos salimos a las calles a protestar en contra de Trump. Hubo quienes se rehusaron a marchar argumentando que esto favorecería al gobierno de Peña Nieto. Hubo quienes no fueron precisamente por lo contrario, aduciendo que se trataba de una manifestación contra el gobierno. El asunto causó divisiones y controversias. No faltaron los insultos y la desinformación mal intencionada. Que si sí, que si no, que si fulanito, que si perenganito, que si los ricos, que si los pobres, que si mejor esto, que si mejor aquello. El típico ruido de un país enojado y, sin duda, dividido. Tan irritado y polarizado como Estados Unidos y el Reino Unido. En una de esas, hasta más.

Cosas buenas pueden resultar del enojo ciudadano. Frente a Trump, un orgullo nacionalista que nos saque de la zona de confort de un crecimiento económico dependiente de Estados Unidos. Frente a la corrupción, nuevas reglas para combatir la impunidad de los que abusan del poder. Frente al bajo crecimiento económico, la búsqueda de nuevos incentivos a la inversión nacional y extranjera. Frente a la desigualdad, el compromiso de las élites por ser más solidarios con los que menos tienen. Eso sería lo ideal. Pero el enojo, como hemos visto en otras latitudes, también puede terminar mal: en una reacción nacionalista ramplona frente a las provocaciones externas; en una cacería de brujas de presuntos corruptos, donde no se respete el debido proceso, sólo para calmar la sed de venganza del público; en un uso populista del gasto público para calentar artificialmente la economía; o en políticas que polaricen más las diferencias entre las clases sociales.

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En la columna Bajo Reserva, publicada en El Universal, se indica que magistrados estrenan camionetas de lujo.

Pese a que se vive en época de austeridad, los nuevos magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que preside la magistrada Janine Madeline Otálora Malassis, estrenaron vehículos. Los magistrados ahora se transportan en unas muy elegantes camionetas Tahoe y Acadia, nuevecitas. Las flamantes camionetas, además, no son nada económicas en el consumo de gasolina, pero esa es una preocupación para los ciudadanos mortales, pues como otros funcionarios del Poder Judicial, y del sector electoral, los magistrados cuentan con apoyo para combustible con cargo al erario. Nadie dijo que la justicia no cuesta cara.

Piden en el PRD que Ríos Piter regrese

Aún no se ha ido oficialmente del PRD y en el partido ya piden que regrese. Que regrese Armando Ríos Piter, pero que ¡regrese a pagar lo que debe!, dicen algunos perredistas. Ayer, la versión digital de este espacio, Bajo Reserva Exprés, informó que Ríos Piter ha tomado la decisión de dejar el PRD, ante la falta de viabilidad de esta fuerza política. De inmediato, cercanos a la dirigencia dijeron que don Armando tiene un adeudo de 203 mil 889 pesos y 40 centavos, por concepto de aportaciones extraordinarias de 2015 y 2016 que el senador no ha pagado. Nos dicen que sería una vergüenza si antes de que entregue su carta de renuncia al PRD, Ríos Piter no pasa por la caja para saldar su adeudo. Añaden que debido a que saldrá del partido, pero no de la bancada perredista el senador seguirá contando con todos los beneficios y comodidades, por lo que tendrá dinero suficiente para ponerse al corriente en sus deudas con el partido.

Pelean Zavala y Moreno por apoyos

Los aspirantes a la candidatura del PAN a la Presidencia de la República, Margarita Zavala y Rafael Moreno Valle, no sólo están en el camino por la disputa de ser los abanderados de su partido en el 2018, sino que, nos dicen, ahora se encuentran peleando por las simpatías de los ex gobernadores panistas. El pasado martes 7 de febrero, la ex primera dama sostuvo un encuentro con algunos de los ex mandatarios locales en un restaurante de la Ciudad de México; ahora, nos comentan, el ex gobernador ya se encuentra consultando agendas, para poder acordar hora, lugar y fecha, en que podrá reunirse con ellos, pero sobre todo, expresarles sus aspiraciones políticas e invitarlos a sumarse a su proyecto, tal y como lo hizo la esposa del ex presidente Felipe Calderón.

Calan reclamos al Inai

Nos cuentan que durante la entrega del Informe de Labores del Instituto Nacional de Acceso a la Información (Inai) en el Senado, a más de uno no le gustó que los legisladores cuestionaran a la comisionada presidenta, Ximena Puente, sobre las fallas en la Plataforma Nacional de Transparencia. Nos comentan que algunos miembros del Inai pretenden ubicar el tema del mal funcionamiento de la plataforma en la disputa interna por la presidencia de la institución. La senadora independiente Martha Tagle comentó que al final del informe, el comisionado Óscar Guerra se le acercó para reclamarle sobre el cuestionamiento hecho sobre la plataforma, diciendo que cuando quisiera le demostraba a ella que ya estaba funcionando. Miembros del equipo de la senadora consideraron las palabras de Guerra ofensivas, pues aseguran que ella conoce a fondo el tema y no necesita que nadie le dicte preguntas.

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En la columna Trascendió, publicada en Milenio, se señala que el canciller Luis Videgaray se reunirá hoy con los secretarios de Relaciones Exteriores de Argentina y Guatemala para hablar de coyuntura internacional, migración y cooperación bilateral. Se espera que también asistan sus homólogos de Honduras y El Salvador.

Los cancilleres buscan generar una alianza y tener una estrategia sólida ante las amenazas del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra los migrantes. Las reuniones serán privadas, pero se espera que la SRE informe resultados al término de las mismas.

Que la Comisión de Relaciones Exteriores de América del Norte, que preside la senadora priista Marcela Guerra, organizará los trabajos de la reunión interparlamentaria que se fue diluyendo por decisión de los propios congresistas estadunidenses.

Una vez que la Operación Monarca viaje esta semana a Los Ángeles y Arizona, se desahogará la ratificación del embajador Gerónimo Gutiérrez y vendrán las demás negociaciones de acercamiento con otros poderes para enfrentar la belicosidad de Donald Trump.

Que el titular de la Auditoría Superior de la Federación, Juan Manuel Portal, entregará el próximo miércoles a la Cámara de Diputados los resultados de las mil 643 auditorías practicadas a dependencias, organismos y entidades de los tres órdenes de gobierno con respecto al ejercicio fiscal de 2015.

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Ricardo Alemán en su columna Itinerario Político, publicada en Milenio, indica que ¡Marchan el odio, la discordia y la ruindad!

Nadie, con un mínimo de sensatez, puede decir que resultó exitosa la movilización de protesta contra las agresiones del presidente Donald Trump a México. ¿Por qué?

1. Porque, nos guste o no, la convocatoria fue no solo mediana, sino mediocre. Y es que si bien fueron muchos los que en redes y en medios se dijeron indignados por “la agresión” de Trump a México, también es cierto que esa supuesta indignación generalizada fue más llamarada de petate que realidad. El “enojo generalizado” contra Trump es otro de los inventos de las redes, de La legión de idiotas.

2. Porque esos pocos miles que marcharon —no más de 40 mil en el país—, son el verdadero enojo, la auténtica preocupación y la real capacidad de respuesta espontánea en México. Esos pocos miles —y no los millones de bots a sueldo y los miles de acarreados para “protestar” contra el gasolinazo— son la conciencia colectiva en México, frente a un peligro real como el gobierno de Trump.

3. Porque a la saludable convocatoria a rechazar colectivamente las amenazas de Trump no solo acudieron mexicanos libres, preocupados, de carne y hueso y no acarreados, sino que encabezaron la marcha las feas caras de la discordia, el odio, la mezquindad y la ruindad política y social.

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