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Por Mariano Cariño Méndez, líder de la Fnerrr en Puebla

El día 14 de febrero, los jóvenes adheridos a la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (Fnerrr) decidimos instalar un plantón en las instalaciones del palacio de gobierno de Tlaxcala, el cual a la fecha lleva más de 80 días. Después de recorrer un largo viacrucis, un largo ir y venir, un día sí y otro también, de dependencia en dependencia, escuchando siempre la misma negativa, ante demandas estudiantiles sumamente sencillas y que solo requieren voluntad política para su solución, nos vimos obligados a protestar ante el gobierno de esta manera por el desdén de quienes se suponen deberían resolver las demandas. ¿Cuáles son las demandas? Muy sencillo: dotación de tres claves oficiales para tres bachilleratos y la liberación de 22.5 millones de pesos, recurso gestionado ante el gobierno federal, para la construcción de la Casa del Estudiante “Tlahuicole”.

Desde el primer día de plantón se ha desatado una ola de ataques mediáticos en contra de los estudiantes los cuales a últimas fechas han ido aumentado de tono; los principales medios que se ocupan de estos ataques infundados, escriben:

Con fecha del 10 de marzo de este 2017, El Sol de Tlaxcala publicó: “Insistimos en que cada vez que hay un cambio de gobierno o de titulares nunca falta quien se quiera aprovechar de la situación, es el caso de los jóvenes -y no tan jóvenes-, miembros de la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez” (Fnerrr)…”

En portales como sintesis.mx, comunicatedigital.com, gentetlx.com.mx y elcuartodeguerra.com, con fecha del 15 de marzo, se publicó palabras más palabras menos la siguiente nota: “Protestan estudiantes de la Fnerrr en el zócalo de Tlaxcala”, punto y aparte para agregar: “Por enésima vez, la intentona de amenazas de la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (Fnerrr), para obtener mediante protestas las claves y reconocimientos para escuelas bajo su control…” Y de los ataques más recientes y preocupantes son, para variar: del medio electrónico gentetlx.com.mx escrito por Eduardo Cabrera en donde escribe escandalosamente sobre la Fnerrr acusando la procedencia ilícita de los recursos con los que mantiene el plantón. Pero aún más encarnada la ola mediática en contra de los estudiantes organizados, el día 4 de mayo publica noticiastlaxcala.com el encabezado “Nido de excesos y vandalismo la casa del estudiante, denuncia” escrito por el “periodista” Alfredo González. Hasta aquí las citas textuales.

Ahora bien, para no caer en lo mismo que censuramos, es necesario reconocer expresamente que no todo lo que alegan los medios, los reporteros y conductores de noticiarios radiofónicos y televisivos, los comerciantes y los transeúntes, son puras malicias y falsedades; que, como ocurre siempre, la razón no está solo de un lado. Algo de razón tienen cuando señalan inconvenientes ocasionados por protestas permanentes como nuestro plantón, aunque se equivoquen al culparnos sólo a nosotros de que se tengan que ensayar medidas semejantes. Pero sorprende, y mucho, constatar que todos ellos padecen de una especie de ceguera mental que los lleva a mutilar groseramente la realidad que denuncian; que los vuelve absolutamente unilaterales y parciales en su modo de razonar, puesto que sólo son capaces de ver, entender y atender la parte de la realidad que a ellos atañe, lastima o interesa; mientras que ignoran absolutamente la parte que afecta a los necesitados, a los humillados y ofendidos de este país, que indudablemente existen y que forman la inmensa mayoría de los mexicanos. Escuchamos con atención el discurso de periodistas, locutores y funcionarios que hablaron de nuestra protesta, esperando que algo dijeran sobre nuestro propio derecho y sobre lo justo o irracional de nuestras peticiones, pero nos quedamos esperando. Nadie, ni por error, rozó siquiera el tema, nadie se acordó de hacer alguna mención de aquellos que padecen hambre, sol, lluvia o frío, viviendo meses en la calle por culpa de quienes deberían atender sus demandas y no lo hacen. Y menos se les ocurrió exigir a estos últimos que cumplan con su deber elemental.

Es posible que piensen que en Tlaxcala no hay problemas sociales, tales como pobreza, mala educación, falta de empleo, salud, entre otros. Estudios del Coneval sitúa al Tlaxcala en el 5 lugar con más pobres en México, el 58.9 por ciento de su población se encuentra en esta situación, seguido del 89.2 por ciento de personas que están en situación vulnerable. Y es por demás decir que el 14.9% de los jóvenes en edad de estudiar se encuentra rezagados. Es una vergüenza. ¿Y quién se ocupa de denunciar estas injusticias sociales? ¿Quien difunde la pobreza que padecen los Tlaxcaltecas? ¡Nadie! solo se ocupan de calumniar a un grupo de estudiantes que buscan mejores condiciones para estudiar.

Las demandas y manifestaciones que realiza la Fnerrr están fundamentadas en nuestra Constitución Mexicana, organismo superior que rige a los mexicanos, así lo dicen los artículos: Art. 3. Derecho Universal a la Educación, Art. 6. Libertad de expresión, Art. 8. Derecho de petición y el Art. 25. Rectoría del desarrollo nacional, con todo esto, valdría la pena preguntarnos ahora ¿Quien está fuera de la ley? Es claro que la respuesta está a la vista.

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