Desde la creación del Sistema Nacional de Seguridad Pública en 1996, uno de sus ejes rectores ha sido siempre la depuración de los cuerpos policiales del país, a través del tiempo se han dado de baja miles de elementos que no han aprobado las llamadas “pruebas de control de confianza, sin embargo, también a través del tiempo, se ha demostrado que dichas pruebas son tan confiables como los horóscopos matutinos (a veces le atinan y a veces no). Lo anterior aunado a que no se ha entendido que es importante la realización de éstas pruebas de arriba hacia abajo y no a la inversa, quiero decir, los primeros en tener la obligación de cumplir con este requisito deberían ser los mandos policiales, ya que, como reza el dicho “El buen juez, por su casa empieza”. ¿Qué pasa si no se hace así? Bueno, aquí tres ejemplos:
1.- El Diablo, fiscal en Nayarit
El pasado 29 de marzo, el ahora exfiscal General de Nayarit, Édgar Veytia, fue detenido en San Diego, California por agentes de Control Border Protection (CBP) por delitos contra la salud. Fue presentado ante la corte de distrito este de Nueva York, acusado de los cargos de conspiración para distribuir, importar y producir heroína, cocaína, marihuana y drogas sintéticas habría sido señalado por presuntos nexos con el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
De acuerdo a la acusación, al exfiscal, al que se le identifica con el seudónimo de “el Diablo”, Eepo y Lic. Veytia, entre enero y febrero de 2017, llevó a cabo operaciones dentro de Estados Unidos para importar substancias controladas que contienen heroína, cocaína, metanfetaminas y mariguana. Esto ha generado el inminente colapso del gobierno nayarita.
2.- El traidor de la Policía Federal
El 4 de abril, un mando de la Policía Federal, asignado al grupo antidrogas, identificado como Iván Reyes Arzate, se entregó de forma “voluntaria” en Chicago, Illinois, Estado Unidos, es acusado de que, desde su posición, obstruyó las investigaciones en contra del cartel de los hermanos Beltrán Leyva, a cambio de beneficios personales.
Reyes Arzate tenía 16 años en la PF, a donde había llegado procedente de un cargo, también como investigador en la Procuraduría General de la República (PGR), indicaron fuentes del Gabinete de Seguridad.
El ex elemento del grupo antidrogas, de la División de Investigación de la corporación federal, en donde mantenía un enlace con la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, los ejemplos anteriores no marcan una tendencia en boga ya que, a través del tiempo, han existido un sin número de ejemplos donde, lastimosamente para todos los elementos de las corporaciones policiales, los propios policías resultan ser los ladrones y quizá el siguiente sea el ejemplo más recordado.
3.- Guillermo Gonzalez Calderoni
Fue ganadero, empresario editorial y administrador federal Ingresó en la policía como jefe de grupo en 1983, y trabajó desde entonces durante las gestiones de los procuradores Sergio García Ramírez, Enrique Álvarez del Castillo e Ignacio Morales Lechuga. Fue primer comandante de la extinta Policía Judicial Federal (PJF) en Monterrey, Ciudad Juárez y Tuxtla Gutiérrez, así como subdelegado en Jalisco y Quintana Roo, de ahí pasó a la Dirección de la División de Investigación contra el Narcotráfico y luego a la Dirección General de Intercepción Aérea, Terrestre y Marítima Otro de los cargos que tuvo fue como delegado de la PGR en San Antonio, Texas, que impugnó el gobierno estadounidense por tenerlo en la “lista negra” del narcotráfico. Su última responsabilidad fue como delegado de la Procuraduría General de la República en Chiapas. Detuvo, entre otros, a Juan Manuel Pineda Trinidad, uno de los siete barones de la cocaína más buscados del continente americano; Pablo Acosta Villareal (el afamado “Zorro de Ojinaga”), El Zar de la Droga; Gilberto Ontiveros, El Greñas; Rafael Chao López; Frank Miller, y Miguel Aldana Ibarra, exdirector de la Interpol-México, así como a su compadre Miguel Angel Félix Gallardo, rodeado siempre de guardaespaldas y bellas mujeres, llegó a ser el policía preferido del expresidente mexicano Carlos Salinas de Gortari, murió ejecutrado en el año 2003 en la ciudad de McAllen, Texas.
Es importante replanetar las estrategias de control de confianza dentro de las corporaciones policiales, de eso no hay duda, sin embargo, bajo el esquema actual o en alguno de nueva implementación se verá inservible si los mandos no son evaluados o son mantenidos en los cargos aún habiendo reprobado las evaluaciones concluyo esta colaboración con aquellas palabras dijese el afamado periodista mexicano Nino Canún: ”Y usted…¿Qué opina?”
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