Un total de 5 mil 323 indígenas tsostiles se han desplazado porque un comando armado les ha obligado; se resguardan en las montañas sin alimento o cobertores, por lo que organizaciones han solicitado la intervención de organismos como la CIDH.
En los municipios de Chalchihuitán y Chenalhó, pertenecientes a la zona conocida como los Altos de Chiapas, indígenas tsotsiles se han visto afectados por un incremento en la violencia debido a un conflicto territorial que ha provocado su desplazamiento hacia la montaña.
Se estima que 114 embarazadas necesitan atención médica, así como el grupo más vulnerable compuesto por recién nacidos, niños y adultos mayores.
Debido a lo anterior, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), ya presentó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) una solicitud de Medidas Cautelares.
La petición se le ha hecho a Victoria Tauli Corpuz, Relatora Especial sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, y Chaloka Beyani, Relator Especial sobre los Derechos Humanos de los Desplazamientos internos, ambos especialistas pertenecientes al sistema de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Diversas asociaciones defensoras de derechos humanos han solicitado que se apliquen los principios rectores de los desplazamientos internos, lo que significa, de acuerdo con el documento, que se traten las necesidades específicas de los desplazados: “determinando los derechos y garantías necesarios para su protección”.
Asimismo, denunciaron la ineficiencia del gobierno mexicano en sus tres niveles para dar respuesta a este suceso, el pasado 27 de noviembre, 26 asociaciones civiles, de las cuales, 2 son internacionales, firmaron un documento en el que solicitan un alto al fuego.
Registran quema de casas
En ese comunicado, exponen que a los tsotsiles desplazados les es imposible salir de los lugares donde se resguardan porque “están bloqueados los caminos de acceso al municipio (…) La incomunicación provocó escasez de alimentos y medicinas para la población”.
Según afirma el colectivo Nodo Sollidale, algunas familias se resguardan en la montaña, otras lo hacen en la cabecera de Chalchihuitán, mientras que Frayba dio a conocer que se ha registrado un asesinato y quema de casas, a la par que un grupo armado se encuentra disparando con frecuencia.
Las dos entidades afirman que la situación se debe a una disputa por territorio que colinda entre las dos cabeceras municipales y aseveran: “sabemos que, en este país en general y en esta región en particular, el gobierno utiliza y alimenta los conflictos locales para dividir y controlar los territorios políticamente, militarmente y económicamente”.
Sumado a las cinco mil 23 personas desplazadas de Chalchihuitán y las 300 de Chenalhó, se ha identificado que hay otras comunidades donde duermen fuera de sus casas, principalmente Yabteclum, Campo Los Toros y Tsabalhó.
En el documento se puede leer: “ insistimos en urgir al Estado mexicano a atender de manera pronta y expedita esta situación que se ha tornado en hechos de violencia generalizada, vulnerando a familias y comunidades enteras (…) ocasionando violaciones graves a los derechos humanos”.
Esta situación ocurre luego que los indígenas tsotisles hayan denunciado el regreso de grupos paramilitares a sus tierras.
