Durante 2015, el 24.5 por ciento de la población en el país acusó vivir situaciones de ciberacoso en alguna de sus diferentes modalidades, el 52.1 por ciento correspondió a varones y el 47.9 por ciento a mujeres, es decir cerca de 9 millones de féminas.
Así lo dio a conocer el informe “La violencia en línea contra las mujeres en México” realizado por varias organizaciones civiles entre ellas la Asociación para el progreso de las Comunicaciones y la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) entre otras.
De acuerdo con el reporte, entre las mexicanas las más vulnerables en padecer algún tipo de acoso estuvieron en un rango de edad entre 20 y 29 años, seguidas por el grupo de 12 a 19 años.
Las formas de acoso más utilizadas fueron el envío de spam o virus (23.7 por ciento), recepción de contenido multimedia (13.8), llamadas telefónicas (13.5), contactos con identidades falsas (13.4 por ciento), registro en sitios web (10.7), recepción de mensajes (9.7), robo de identidad (7.7), rastreo de sitios web (3.9), divulgación de información personal (3.2) y robo de contraseñas (0.5).
La investigación reveló que en el 86.3 por ciento de los casos quienes agredieron a las víctimas eran conocidos, específicamente en 5.9 por ciento se trató de amigos, en el 4.5 por ciento compañeros de trabajo, en 2.2 por ciento parejas o exparejas y en 2.3 por ciento algún familiar.
Tan sólo en 11 por ciento de los casos de ciberacoso, se trató de desconocidos.
La violencia contra las mujeres relacionada con la tecnología, se refiere a los actos de violencia de género cometidos, instigados o agravados, por uso de redes sociales, correo electrónico y que dañan la reputación, causan daño psicológico y pérdidas económicas.
Este estudio reconoció seis tipos de violencia en línea contra las mujeres: filtración de imágenes íntimas sin consentimiento, sembrar rumores y difamar, usurpación de identidad, denigración a través de mensajes, asechar la actividad virtual y amenazas que pueden llegar a violencia física y sexual.
