Los gobiernos de Puebla, Ciudad de México, Estado de México y Morelos pactaron un convenio con la Semarnat y la Sedatu para evitar que los escombros generados por los sismos, como el del 19 de septiembre, afecten la salud y dañen el medio ambiente.
Dentro de los criterios establecidos por ambas dependencias federales y dichos estados, se acordó que los escombros no podrán depositarse en barrancas, áreas naturales protegidas (ANP), humedales ni en zonas de inundación, con el fin de evitar la obstrucción del flujo del agua y posibles deslaves o erosión.
En este sentido, el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Rafael Pacchiano Alamán, exhortó a que los escombros generados se aprovechen en obras públicas, como en la reconstrucción de banquetas y caminos en las zonas afectadas.
Además, comentó que mediante Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, se establece que los residuos de construcción y demolición son catalogados como de manejo especial y que su adecuado manejo es responsabilidad de las entidades federativas.
En el acuerdo, en el que también intervino la Secretaría Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y los gobiernos del Estado de México, Morelos y Ciudad de México, se habló sobre los sitios de disposición y las alternativas para el reciclaje de los escombros.
Por su parte, los representantes de los gobiernos locales informaron el número de sitios destinados a escombros que cada entidad ya tiene autorizados: Puebla reportó 15, Morelos nueve y Estado de México 30, de los cuales 21 también serán utilizados por la Ciudad de México.
Editado por: Jorge Dorantes
