Javier Lozano Alarcón se fue y nadie lo extraña
Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, señala que qué tan relevante serían las funciones y el desempeño de Javier Lozano Alarcón como vocero, jefe de la Oficina del Ejecutivo y presidente ejecutivo de la Coordinación de Transparencia, que el gobernador José Antonio Gali Fayad resolvió no nombrar a nadie que lo reemplace en esos cargos.
Es decir, no contratar un nuevo jefe de oficina en lugar del problemático senador; eliminar la figura de la Vocería, asumiendo él mismo esa función con el apoyo de su operador de medios de comunicación Ricardo Gutiérrez Loyola, y dejar a la ex diputada Josefina Buxadé Castelán al frente de la Coordinación estatal de Transferencia.
Lo anterior significa que el secretario de Finanzas y Administración, Raúl Sánchez Kobashi, no dejará su cargo para irse como jefe de la Oficina del Gobernador como por ahí se había publicado, y que las tareas que supuestamente desempeñaba Javier Lozano Alarcón son perfectamente prescindibles, lo mismo que algunos colaboradores suyos como Pedro Gutiérrez Varela que bien harían en renunciar antes de que les den las gracias.
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La aspirante puntera del Partido Acción Nacional a la presidencia de la República, Margarita Zavala Gómez del Campo, estará en Puebla un par de días. Este jueves encabezará una reunión regional en Zacatlán de las Manzanas con militantes y simpatizantes de su partido, y el viernes otra en San Pedro Cholula.
En ambas reuniones denominadas Encuentro con panistas Margarita Zavala espera convocar a unas dos mil personas, mil por evento, entre activistas y simpatizantes de su asociación Yo con México. En Zacatlán, la esposa del ex presidente Felipe Calderón tiene previsto entrar en contacto con panistas de diferentes municipios de la Sierra Norte, entre ellos algunos indígenas de origen náhuatl.
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El negro historial de la Fundación Mary Street Jenkins
Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, indica que la Fundación Mary Street Jenkins —cuyos bienes superan los 3 mil 750 millones de pesos—, se encuentra involucrada en un escándalo de abuso de poder y presuntos los delitos de administración fraudulenta y crimen organizado.
Las denuncias ya fueron ante la Procuraduría General de la República (PGR) y el Servicio de Administración Tributaria (SAT) luego de “haber saqueado a una de las instituciones de beneficencia y que en octubre de este año cumplía 63 años de existencia”.
De acuerdo con un amplio dossier que obra en poder de Parabólica.MX e Intolerancia Diario en el que consta una carta firmada por Guillermo Jenkins Anstead, beneficiario principal además de documentos notariales, reglamento del nuevo estatuto de gobierno y una larga lista de activos, inversiones, depósitos y transferencias se da cuenta del cambio de régimen de lo que fue la fundación de asistencia privada o fundación de bienestar de filantropía a una Sociedad Anónima, en Panamá.
Jenkins Anstead es señalado directamente de haber hecho un manejo sospechoso de los recursos de la institución y de los cambios a los estatutos originales para dar cabida a María Elodia, Margarita y Juan Carlos Jenkins de Landa, hijos de Guillermo y Elodia Sofía de Landa de Jenkins, a quienes se les considera carecer de experiencia laboral y ‘ansiosos de poder heredar una fortuna que jamás les correspondió’.
Quien suscribe, Don Guillermo Jenkins Anstead, en mi condición de Beneficiario Principal de la Fundación para el Desarrollo Latinoamericano, una fundación de interés privado organizada de acuerdo a las leyes de la República de Panamá; por este medio les comunico mi aprobación y conformidad con el texto del Reglamento que será presentado para aprobación del Consejo de la Fundación…”, apunta en una carta de dos párrafos notariada en ese país, considerado como uno de los más atractivos para mover grandes capitales por las flexibles leyes en materia de lavado de dinero.
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Desde Puebla se diseñó la campaña negra contra Ricardo Anaya
Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, señala que en el equipo de Ricardo Anaya Cortés se tiene plena certeza de que la campaña negra contra el presidente nacional del PAN –en la que se le acusa de enriquecimiento inexplicable– se diseñó en Puebla, que la autoría provendría del grupo político del ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas y que sería parte de la alianza de facto que ya existe entre el ex mandatario poblano y el PRI.
La mejor prueba de la intervención de Moreno Valle en la guerra sucia contra Anaya Cortés es que tres de los cinco senadores que se rebelaron contra el presidente nacional del PAN son controlados por el ex gobernador de Puebla, se trata de Javier Lozano Alarcón, el campechano Jorge Lavalle Maury y Salvador Vega Casillas, quien fue miembro del gabinete federal en el sexenio de Felipe Calderón.
El líder de ese grupo de “panistas traidores”, tal como se les ha tildado en el blanquiazul, es Ernesto Cordero, quien a su vez es influenciado por José Antonio Meade Kuribreña, quien se perfila a ser el próximo candidato presidencial del PRI. Ambos han formado parte del mismo grupo político surgido en las filas del ITAM y de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Un quinto participante es el chiapaneco Roberto Gil Zuarth, quien es parte del círculo cercano al ex presidente Felipe Calderón.
Se cuenta que días antes de que el periódico El Universal publicara una serie de informaciones sobre el supuesto enriquecimiento inexplicable de Ricardo Anaya y su familia política, un reportero de ese medio se comunicó con el presidente nacional del PAN para recabar su opinión respecto a lo que iba a aparecer en el rotativo.
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El ViceGóber de Moreno Valle
Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, publicada en Status Puebla, indica que en su rancho Haras del Bosque, Othón Muñoz (Tony Muñoz le decía afectuosamente Rafael Moreno Valle como gobernador) tenía una oficina y en la pared estaban lo que llamaba: sus trofeos.
Lo que “El Cachetes” presumía no era otra cosa más que cientos de fotografías colgadas en las paredes con personajes influyentes de los gobiernos federal, estatal y municipales, así como políticos y empresarios.
Todos quienes acudían a sus fiestas, reuniones y juegos de dominó, aparecían fotografiados, junto a “El Cachetes”.
Siempre que alguien asistía por primera vez, le presumía su foto con los más poderosos. Hoy sólo queda una oficina vacía y en las paredes están las huellas de los cuadros que se llevaron los elementos de la Marina, durante el operativo de detención.
Si la clase política y empresarial iba a verlo era porque eran enviados desde lo más alto de Puebla. ¿La razón? era quien manejaba el cash electoral.
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Legitimar a Cárdenas, el gran reto de Morena
Valentín Varillas en su columna La Tempestad, publicada en Status Puebla, señala que vaya que la tiene difícil el Movimiento de Regeneración Nacional si intenta, como parece ser, nombrar a Enrique Cárdenas como su candidato a la gubernatura de Puebla y hacer parecer que la decisión se ajusta a los procesos de selección aprobados por el Comité Ejecutivo Nacional del Partido y que no se trata simplemente de un dedazo disfrazado de Andrés Manuel López Obrador.
Y es que, una encuesta sobre preferencias electorales en el estado Puebla, realizada por Grupo GA México, concluye que el ex rector de la UDLA no es el perfil más competitivo para la elección del próximo año.
Por ejemplo, Cárdenas tiene un nivel de conocimiento entre el electorado potencial de 10.8% -empatado con Rodrigo Abdala- por un 13.5% de Alejandro Armenta, 6.5% de Alonso Aco y 5.4% de Abelardo Cuéllar.
En el rubro de la confianza, Cárdenas está en segundo lugar entre los perfiles medidos, con un 6.1%, contra 7.2% de Alejandro Armenta, 4.7% de Rodrigo Abdala, 3.1% de Alonso Aco y 2.9% de Abelardo Cuéllar.
A la pregunta ¿conoce su propuesta? Cárdenas aparece con 3.1% de respuestas afirmativas contra 4.7% de Armenta Mier y 3.7% de Abdala Dartigues, 2.4% de Aco Cortés y 1.8% de Cuéllar Delgado.
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Javier Lozano: indefenso, indefendible y retrato de la inmundicia política
Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada en Diario Cambio, indica que así como portero sin suerte no es portero, el gobernador Gali no dejará de agradecer el momento de iluminación en que decidió prescindir de los servicios de su Jefe de Oficina y enviarlo de vuelta al Senado. Momento y oportunidad en la política, así pudo evitar que los escándalos personales del senador infectaran su administración por la in crescente relación de Javier Lozano Alarcón con el capo huachicolero Othón Muñoz documentada esta semana con fotografías que mantienen en vilo a la clase morenovallista por conocer a la próxima víctima del ‘Cachete-gate’, así como su proceso de expulsión de Acción Nacional ya en marcha por traidor.
Lozano Alarcón es vivo ejemplo de la práctica despreciable de la política para mostrarla en su versión más ruin: la carencia absoluta de lealtades, la predominancia de los intereses sustituida por una oratoria belicosa traspasada a las redes sociales con mediano éxito a partir de su frase #NoSeanOrdinarios que no es otra cosa que un reconocimiento a su propia vulgaridad.
Esa vulgaridad acumulada tocó fondo en apenas una semana tras su salida de la Jefatura de Oficina en una escalada e impredecible para algunos, pero en realidad consecuencia de su propia ruindad como persona. Su zalamería fue objeto de diversión para el morenovallismo durante algunos años, pero a la hora de la verdad lo han dejado hundirse solo y no falta el que le ha dado un leve empujón más, al fango que lo ahoga.
Suerte la de Gali porque no se conocen las causas reales del despido de Lozano. La versión más consistente, propagada desde los primeros círculos de Casa Puebla, es que fue la conocida y pública haraganería con la que se comportó durante casi siete meses que cobró del erario poblano, donde prefirió exhibir sus viajes, vida familiar y relación amorosa, antes que trabajar al mismo ritmo de una administración escasa de tiempo para ofrecer resultados.
Pero a la luz de los hechos ocurridos en una semana vertiginosa esa hipótesis debería revisarse, no porque el ex Jefe de Oficina no sea un haragán, sino porque en realidad su regreso al Senado formó parte del acuerdo morenovallista para asumir la Presidencia de la Cámara Alta con Ernesto Cordero a espaldas de Ricardo Anaya como pago al aval para que Raúl Cervantes pasara de Procurador a Fiscal y se convirtiera en el guardaespaldas del alud de corrupción de Peña Nieto, así como los acuerdos con el ex gobernador poblano.
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López Obrador: el Padre de la Patria, el Benemérito, el Apóstol de la Democracia
Mario Alberto Mejía en su columna La Quinta Columna, publicada en 24 Horas Puebla, señala que una y otra vez, López Obrador dice que México ha tenido tres momentos cruciales que lo han transformado, y que viene el cuarto.
El primero, dice, fue la Guerra de Independencia.
El segundo, la Guerra de Reforma.
Y el tercero, la Revolución Mexicana.
Con él al frente surgirá la cuarta transformación del país.
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