No se hagan bolas, ni se vayan con la finta de las reformas priístas
Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, señala que una cosa es que los priístas reunidos en la mesa de estatutos de Campeche hayan aceptado que aquellos simpatizantes que hagan suyos la declaración de principios y el programa de acción del PRI puedan ser nominados como candidatos en las elecciones de 2018, y otra muy diferente que el secretario de Hacienda José Antonio Meade Kuribreña se perfile con esta reforma como el futuro candidato del tricolor a la presidencia de la República.
Esa lectura es errónea, pues en realidad lo que se convino previamente fue no reducir la lista de aspirantes presidenciales del PRI a dos o tres nombres, sino abrir el abanico incluso a personajes ajenos al primer círculo peñista como Manlio Fabio Beltrones Rivera.
Por eso Beltrones ni sus operadores estuvieron en esa mesa de Campeche, en la que tuvo una activa participación el dirigente estatal del PRI, Jorge Estefan Chidiac, sino en Zapopan, en la mesa Visión de futuro, donde los delegados priístas avalaron la propuesta de gobiernos de coalición que el ex gobernador sonorense y ex presidente del CEN del PRI ha venido impulsando en distintos foros.
Lo que sí es cierto es que Jorge Estefan está haciendo lo que puede para que Meade Kuribreña logre la postulación del PRI a la presidencia, pues ese escenario le daría a él la posibilidad de convertirse en candidato a la gubernatura de Puebla o formar parte de su equipo de campaña en 2018.
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Que el gobierno y la Fiscalía General del Estado siguen haciéndose como el Tío Lolo frente al descarado despojo de un edificio ubicado en la esquina de la 4 Poniente y 19 Norte propiedad de los señores Miguel Ángel Magallón Piña y su esposa Concepción Rosalinda Salgado Ayala por parte de estudiantes de la organización Antorcha Campesina.
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El “plan B” de Aurelio Nuño es ser senador por Puebla
Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, señala que Aurelio Nuño Mayer, el secretario de Educación, vuelve a respira por la posibilidad de que se retiren los candados estatutarios del PRI que le impedirían ser candidato presidencial. Sin embargo, ante el escenario de que no logre la postulación, “el plan B” del funcionario federal es ser senador de la República por Puebla, una posibilidad que buscaría por la vía plurinominal.
Nuño vio frenada su meteórica carrera política por el alto índice de impopularidad que arrojó la reforma educativa de este sexenio, de la cual él fue el autor. Sus posibilidades de ser candidato presidencial, en mucho, se frustraron por el escenario de que como aspirante tendría en contra a miles de maestros enojados por la imposiciones de una serie de cambios que afectaron sus derechos laborales.
Desde que se empezó a percibir que el alto grado de impopularidad –generado por la reforma educativa– lo bajaba del proyecto de ser el abanderado presidencial del tricolor, Aurelio Nuño definió que quiere ser senador en el próximo sexenio, ante las pocas posibilidades de que pudiera volver a ser parte de gabinete federal.
Esa decisión la tomó luego de que mandó a estudiar la factibilidad de ser candidato del PRI a gobernador de Puebla, estado del cual no es originario, pero donde su familia tiene un fuerte arraigo y pasó su niñez y adolescencia.
No se sabe por qué al final no le interesó la gubernatura de Puebla, ya que había recibido señales positivas de que era posible concretar ese proyecto, como fue el mensaje del entonces gobernador Rafael Moreno Valle Rosas de que no movería un dedo para impedir que pudiera ganar la titularidad del Poder Ejecutivo.
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La Llamada de Estefan a Meade
Mario Alberto Mejía en su columna La Quinta Columna, publicada en 24 Horas Puebla, indica que Jorge Estefan Chidiac estaba eufórico.
En Campeche, tierra priista, se acababan de abrir los candados que le abren la posibilidad a José Antonio Meade Kuribreña de ser el candidato del partidazo a la Presidencia de la República en 2018.
Sin pensarlo dos veces, marcó el teléfono del secretario de Hacienda.
Meade le tomó la llamada en dos segundos.
El diálogo fue breve, pero brutal.
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