Los regidores de Puebla negaron una ampliación presupuestal de 11 millones de pesos al rastro municipal por vacíos de información en sus finanzas; asimismo, se informó que luego de un año se volvieron a sacrificar bovinos.
Los recursos solicitados por Julio César García Ángeles la semana pasada eran para “terminar el año”, pues aseguró que el organismo no cuenta con presupuesto a pesar de que cobra 237 pesos por cada animal que se sacrifica.
Sin embargo, los regidores de la Comisión de Servicios Públicos le pidieron que diera a conocer los estados financieros, pero en ellos detectaron que faltaban comprobables, por lo que solicitaron aclaraciones.
En sesión ordinaria de la comisión, García Ángeles no convenció a los cabildantes de que la información financiera estaba en orden, por lo que se decidió negar el presupuesto extraordinario.
Solo se le aprobó un millón de pesos para gastos operativos para este mes y el siguiente, mientras el funcionario se encarga de entregar toda la información requerida.
Habría auditoría
En caso de no hacerlo, el rastro podría ser sometido a otra auditoría, pues apenas el año pasado se le practicaron dos.
Por otro lado, García Ángeles informó que en mayo se reabrió la línea de matanza de bovinos, pues se sacrificaron 50.
En la ciudad no se mataban estos animales desde abril del 2016, por lo que García Ángeles denunció que probablemente los productores estén acudiendo a rastros clandestinos.
Por este motivo, argumentó que han bajado los ingresos del rastro, pero no estimó en qué porcentaje.
