Tras 53 años en guerra contra el Estado, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entregaron 7 132 armas a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), lo que significa el comienzo de su búsqueda de poder por medios democráticos.
En un acto oficial celebrado este martes, el jefe de la organización, Rodrigo Londoño, alias “Timochenko”, acompañado del presidente colombiano Juan Manuel Santos, indicó que, después de deponer todo el equipo bélico, el siguiente paso será competir en los comicios como partido político –el cual será fundado el 7 de agosto, según se ha informado– para obtener curules en el Congreso nacional.
“Este día no termina la existencia de las FARC, en realidad ponemos fin a nuestro alzamiento armado de 53 años, pues seguiremos existiendo como movimiento de carácter legal y democrático que desarrollará su accionar ideológico, político, organizativo y propogandístico pacíficamente”, aseveró.
Urgió al gobierno aplicar la ley de indulto, aprobada hace seis meses, para liberar a sus compañeros presos, proteger a los líderes opositores y promover reformas que aseguren la paz.
Por su parte, Santos señaló que la deposición de las armas es el inicio de “una paz justa y duradera”, aunque resaltó que aun quedan “deberes recíprocos” que ambas partes deben cumplir, entre los que se cuenta la clausura total de los cuarteles de las FARC, que está prevista para el 1 de agosto.
El conflicto armado entre el gobierno colombiano y grupos armados opositores, en el cual las FARC ha sido la guerrilla más poderosa, ha dejado un saldo de alrededor de 260 mil muertos, 60 mil desaparecidos y 7 millones de desplazados.
Editado por Luis Alberto Palacios
