Durante 2015, el 42.5 por ciento de los niños y adolescentes que trabajaba no recibió ingresos por su labor, mientras que el 28.8 por ciento percibió un salario mínimo, el 19.1 por ciento hasta 2 salarios mínimos y sólo 7.5 por ciento más de dos.
Así lo dio conocer la consultora Parametría, que retomó datos del Módulo de Trabajo Infantl (MTI) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), a propósito del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que se conmemora cada 12 de junio.
La principal actividad económica que realizaron los niños y adolescentes en 2015 fue en labores del campo (30.2% por ciento). Dos de cada 10 menores de edad se desempeña en la minería, construcción e industria (23.2 por ciento), como vendedores ambulantes (6.2 por ciento) y en trabajos domésticos de limpieza (5.7 por ciento).
Entre las razones para que los niños ingresen al campo laboral se destaca la de pagar su educación y sus gastos, con el 23.5 por ciento; también con el mismo porcentaje estuvo el hacerlo sólo por gusto o por ayudar.
En tanto, el 16.8 por ciento de los menores entrevistados aseguró que “sus hogares necesitan de su trabajo”, otro 14.6 por ciento por aprender un oficio, por pago de deudas el 11.5 por ciento y 10.1 por ciento señaló que sus hogares necesitan de su aportación económica.
Finalmente, en 2015 el 8.4 por ciento de los niños y adolescentes del país realizaban alguna actividad económica, el 69.8 por ciento niños y 30.2 por ciento niñas.
