Reparación de un ducto ordeñado cuesta hasta 250 mil pesos: IBD. Foto: Especial
Reparación de un ducto ordeñado cuesta hasta 250 mil pesos: IBD. Foto: Especial

La reparación de una toma de combustible que ha sido perforada le genera a Petróleos Mexicanos (Pemex) un gasto de entre 120 y hasta 250 mil pesos, el tiempo que involucra, que es de cerca de 24 horas; mismo en el que se interrumpe el suministro de hidrocarburos.

De acuerdo con el reporte “Robo de hidrocarburos en México”, que contempla datos de 2010 a 2015, elaborado por el Instituto Belisario Domínguez (IBD), en 2014, el robo ascendió a 19 mil millones de pesos, que equivaldría a 4.4 por ciento de las ventas totales de gasolina Magna y Premium.

En 2014, Pemex erogó para los trabajos de reparación 45.3 millones de pesos en mano de obra; las composturas costaron 360 millones; el pago por saneamiento de áreas afectadas por derrames fue de 230.9 millones de pesos, y la interrupción de bombeo y transporte costó mil 356 millones de pesos.

También reveló que en promedio, cada dos horas se perforan ductos para extraer combustible de manera ilegal, así como que la distancia entre cada toma clandestina es de 3.5 kilómetros a lo largo de aproximadamente 14 mil kilómetros de la red de tubos de Pemex Refinación.

El informe señaló que los poliductos son los más vulnerados por los delincuentes, éstos concentraron mil 45 tomas; en oleoductos a cargo de Pemex Refinación se encontraron 279; en ductos de Petróleos Mexicanos Exploración y Producción se registraron 39 tomas y en líneas de Pemex Gas y Petroquímica Básica 56 ordeñas.

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