Mónica Camacho/La Jornada de Oriente

El gobierno de Puebla devolvió más de 537 millones de pesos de recursos asignados por la Federación para combatir la delincuencia en el estado y mejorar la impartición de justicia, por no resolver trabas burocráticas que impidieron la ejecución de esos fondos, así como por destinar dinero a acciones que no coincidían con los fines para los que se aprobaron.

La pérdida de recursos se detectó en los informes emitidos por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) de los años 2011–2015, periodo en el que se registró el mayor repunte de hechos de violencia en la entidad y que coincide con los primeros cinco años de mandato del ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas.

Los recursos observados por la ASF pertenecen al Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados y del Distrito Federal (FASP), así como al Subsidio para el Fortalecimiento de las Instituciones de Seguridad Pública en Materia de Mando Policial.

Trabas burocráticas, el motivo de los subejercicios: ASF
De 2011 a 2015 el gobierno del estado recibió mil 461 millones 433 mil pesos por concepto del FASP, de los cuales hubo deficiencias en el manejo de 36 por ciento debido a que no se pudieron utilizar o se aplicaron de manera irregular, lo que obligó su reintegro a la cuenta bancaria del fondo.

En 2015, último año auditado por el órgano de fiscalización del país, se detectó un subejercicio de 43 millones 328 mil pesos en el manejo del fondo, lo que quiere decir que el gobierno no empleó esos recursos. Además, reintegró 1 millón 888 mil pesos del subsidio para el fortalecimiento por la misma razón.

La ASF concluyó que los subejercicios impidieron al estado cumplir con las metas de combatir la inseguridad con la profesionalización de las policías y la puesta en marcha de nuevas tecnologías.

“El estado de Puebla no dispone de un adecuado sistema de control interno que le permita identificar y atender los riesgos que limitan el cumplimiento de los objetivos del fondo, la observancia de su normativa y el manejo ordenado, eficiente y transparente de los recursos, lo que incidió en las irregularidades determinadas en la auditoría”, agregó en el informe de la auditoría 1220.

Desde 2011, la ASF exhibió un subejercicio de 99 millones 426 mil pesos en la operación del FASP que atribuyó a problemas de diseño institucional y trabas burocráticas, mientras que en la cuenta 2013 hizo hincapié en ese problema al calificar de “alto” el porcentaje de recursos no aplicados; sin embargo, en ninguno de los reportes actualiza la situación del dinero que señaló con deficiencias en su manejo.

Gastan 1 mdp del FASP en lapiceros, tazas y gorras
En la cuenta 2012, el gobierno de Puebla no solo dejó sin gastar 155 millones 335 mil pesos del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública, sino que además utilizó 1 millón 268 mil pesos en acciones que no coincidieron con los objetivos del FASP, por lo que debió reintegrarlos.

De acuerdo con la auditoria 596, la administración usó 1 millón 268 mil pesos en la compra de lapiceros, tazas, gorras, chamarras, gafetes y platos de talavera con dulces típicos; así como en el pago de servicio de alimentación, servicios de banquetes, hospedaje y renta de sillas, lonas y espectaculares.

Además, informó un gasto de 5 millones 500 mil pesos en una campaña publicitaria de los teléfonos de emergencia 066 y 089, los cuales debió reintegrar a la cuenta, más los intereses generados, porque la ASF detectó que los recursos “no habían sido aplicados a los objetivos del fondo”.

Exhibe ASF incrementos de hasta 100% en los delitos
El incremento de los hechos delictivos quedó registrado en los reportes que la ASF elaboró sobre el manejo del FASP. Mientras en 2010 los ilícitos en Puebla presentaron una variación a la alza de 0.7 por ciento respecto a 2009; el índice delictivo del estado en 2011 registró un aumento de 20.8 por ciento. En 2012 y 2013 de nueva cuenta hubo una variación alta, de 11 y 13.4 por ciento, respectivamente.

En el reporte 2014, la ASF suprimió por primera vez la estadística general sobre el incremento de la inseguridad para proporcionar una variación por delito. De esa forma, informó un aumento de 100 por ciento en el robo a bancos y que el secuestro se mantuvo sin cambios con relación a 2013.

En tanto, los delitos que presentaron una reducción en su incidencia respecto de 2013 fueron lesiones, en 17.5 por ciento; homicidio, en 18.9 por ciento; robo a casa habitación, en 20.6 por ciento; por robo a vehículo, en 21.5 por ciento; robo a negocios, en 25.8 por ciento; extorsión en 30.6 por ciento, y robo a transeúnte, en 38.1 por ciento.

Los avances logrados en 2014 en la disminución de extorsiones, homicidios, robo de vehículos, robo de negocios y lesiones se vinieron abajo en 2015 porque tuvieron un repunte de 52.5, 34.7, 27.1, 26.6 y 22 por ciento, respectivamente. Por el contrario, se redujo en 13.7 por ciento el robo a casa habitación, en 38.2 por ciento el robo a transeúnte y en 58.3 por ciento el robo a bancos.

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