Parte 2 de 5

En esta contribución abordamos los salarios que percibe la burocracia dorada (BD) en la BUAP, representada por el personal directivo. Estos altos salarios, han empeorado la crisis financiera en la que se encuentran inmersas las Instituciones de E  ducación Superior (IES).

El origen de la BD en las universidades de México, incluida la BUAP, está potentemente anclada a la aplicación de las reformas estructurales neoliberales, que surgieron para implementar la modernización educativa pero que se tradujeron más bien en una simulación académica que en la actualidad prevalece en la mayoría de las IES.

La modernización educativa neoliberal coincide en la BUAP con el arribo como rector de José Doger Corte, en octubre de 1990, quien desmanteló el modelo de universidad crítica, democrática y popular (UDCP) que había impulsado el Partido Comunista Mexicano (PCM) desde 1970. Doger Corte, miembro conspicuo del ala oportunista del PCM, inició la aplicación de esta modernización educativa, disfrazada con un discurso de excelencia académica que se expresó en el proyecto Fénix. El dogerato y los siguientes rectores neoliberales sostuvieron este discurso mediante una onerosa campaña publicitaria para “sensibilizar” a la opinión pública y de este modo justificar el resquebrajamiento de modelos educativos supuestamente obsoletos.

Así, el discurso de excelencia y/o de calidad educativa fue usado como recurso ideológico para objetar la masificación estudiantil promovida por la UDCP. Baste mencionar que a finales de 1980 la BUAP tenía una matrícula de cerca de 110 mil alumnos que fue reducida, en sólo una década, a una tercera parte. Para apuntalar esta disputa ideológica Doger Corte financió proyectos a investigadores para que destacaran sólo las virtudes del modelo de excelencia académica y subrayaran las trabas que constituía el modelo de UCDP y la masificación de la matrícula. Esta pugna fue resuelta por la Secretaría de Educación Pública (SEP), ya que el financiamiento que otorgó a las IES fue calculado según la matrícula que tuvieran. Asimismo con José Doger surge también en la BUAP la burocracia dorada (BD) que, entre otras cuestiones, se caracteriza por devengar muy altos salarios.

Los sueldos del personal directivo en la BUAP

El tabulador de puestos con pagos brutos mensuales 2017, vigente en la BUAP (http://www.buap.mx/), clasifica al personal en cinco categorías: directivo, de confianza, académico, médico residente y no académico. En este tabulador sobresalen los sueldos que reciben los directivos, los cuales están muy por encima de los demás trabajadores.

Este tabulador exhibe que el personal directivo consta de 54 tipos de puestos. De estos, 52 tienen salarios que están por encima del de un P-I Titular C Tiempo Completo, siendo solamente las plazas de Coordinador Administrativo y de Jefe de Proyectos IE, con salarios de $25,882.38 y $24,769.40, respectivamente, las que están por debajo del salario que obtiene este P-I.

El salario del Rector ($84,648.61) comparado con el de un Profesor-Investigador (P-I) Titular C Tiempo Completo ($27,734.21) es 3.1 veces más; y si esta comparación se hace con un P-I Asociado A Tiempo Completo ($14,192.4), la diferencia es de 6 veces.

Hay que resaltar dos cuestiones: la primera es que la categoría P-I titular C Tiempo Completo es la máxima a la que puede aspirar un académico de la BUAP; la segunda, es que estos estratosféricos salarios fueron impuestos por los rectores neoliberales, porque todavía en el rectorado que encabezó Oscar Samuel Malpica Uribe† las percepciones del rector eran únicamente un 10 por ciento mayores que las de la categoría de P-I Tiempo Completo titular C. Éste era un sobresueldo austero que de ningún modo socavaba los recursos fiscales otorgados por la SEP. Por tanto, no ponía en riesgo las actividades sustantivas propias de la BUAP. Pero en estos tiempos de austeridad y de recortes al presupuesto de las IES, los altos salarios y prestaciones que ostenta la BD merman, de forma significativa, los recursos fiscales asignados a la BUAP, afectando el desarrollo de sus actividades académicas.

La formación de recursos humanos, la generación de conocimientos y la aplicación de éstos en los sectores productivos, han sido, son y serán las tareas sustantivas de nuestra BUAP. Estas actividades son propias del quehacer del personal académico, para lo cual debe ser auxiliado por otros trabajadores que pueden ser o no académicos.

Para realizar estas tareas, los académicos desplegamos un trabajo complejo, derivado de nuestra mayor formación y calificación en la materia. Este trabajo no es más que un trabajo simple potenciado o, mejor dicho, multiplicado, donde una pequeña cantidad de trabajo complejo puede equivaler a una cantidad grande de trabajo simple (Marx, El Capital tomo I).

Pero no se trata sólo de mayores ingresos para la burocracia dorada. En las próximas colaboraciones, demostraremos como algunos miembros de la BD tienen otras prerrogativas tales como las promociones de plaza, la inserción en la planta laboral de sus incondicionales y el manejo discrecional de los recursos económicos de que disponen para elevar su “productividad científica”.

Palabras agudas

Hoy en México y en el mundo vale más tener conocidos que conocimientos, advirtió el filósofo Manuel Gil Anton del Colegio de México en el Seminario Divisional: La desigualdad social en México. Desafíos y acciones transformadoras, UAM-I. Al dictar su conferencia ¿Cuál es el papel de la universidad frente a la desigualdad social en México? lamentó que la sociedad mexicana haya perdido un anticuerpo ante las injusticias, pues “las universidades no han sido un foco de resistencia al poder en los últimos 30 años, sólo se han acomodado a través de las transferencias monetarias condicionadas”. Y agregó, “ahora la universidad está repleta de indicadores, sin sentido colectivo”. Sabias palabras con las concuerdo cabalmente.

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.

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Miguel Ángel Damián Huato es profesor-investigador del Centro de Agroecología del Instituto de Ciencias de la BUAP. Fue Premio Estatal de Ciencia y Tecnología 2011 y es miembro del Sistema Nacional...