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La violencia que sufren los refugiados en Alemania. Foto: ROSA MASSAGUÉ / elperiodico
La violencia que sufren los refugiados en Alemania. Foto: Rosa Massagué / ElPeriodico

De acuerdo con el Ministerio del Interior alemán, los refugiados o solicitantes de asilo son blanco de violencia y en 2016 llegaron a ser sujetos de hasta 10 ataques diarios llevados a cabo por grupos de extrema derecha o neo nazis.

De acuerdo con la información proporcionada por el Ministerio, los ataques hacia la población proveniente de África, Medio Oriente y Asia Central son perpetrados tanto de forma personal como también a la infraestructura que les alberga.

Los actos de violencia que superan ya más de 3 mil, han dejado 560 personas heridas de los cuales, 43 han sido niños. Sumado a lo anterior, se contabilizan daños materiales a las instalaciones donde viven.

Ante dicha situación, el Ministro de Justicia Heiko Mass ha calificado la situación como “aberrante y repugnante”. Cabe destacar que los hechos violentos han causado un estado de vulnerabilidad en las asociaciones que brindan ayuda a los refugiados al ser también objeto de crímenes de odio.

Aunque la recepción de refugiados ha sido una constante del gobierno germano, la crisis humanitaria consecuencia del conflicto en Siria, mostró el lado violento de la población alemana. El año 2015 se caracterizó por la presencia de protestas en contra de la recepción de refugiados y es el momento a partir del cual, organismos como Human Rights Watch o Amnistía Internacional (AI) consideran, hubo un aumento en el discurso de odio hacia los refugiados.

Se disparan los crímenes de odio

Lo anterior, es comprobado por AI en un reporte donde realiza una comparación entre el número de crímenes de odio hacia refugiados entre 2013 y 2015. Mientras que en 2013 únicamente se presentaron 63 ataques, en 2015 se perpetraron mil 31, un incremento del mil 536 por ciento.

Los números de ataques y el aumento en la frecuencia de protestas anti refugiados llamaron la atención de la comunidad internacional que señaló en junio de 2016 la falla de Alemania respecto al combate de los crímenes de odio, con lo que el gobierno alemán se dio a la tarea de formular nuevas leyes y de instaurar nuevas medidas de seguridad.

En marzo de 2016 además de la entrada de vigor de leyes respecto a la obtención del estatus de refugiado, la policía recibió órdenes de incrementar los operativos de seguridad alrededor de zonas donde residen o conviven refugiados y solicitantes de asilo.

Sin embargo, la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (ICERD) señaló que ninguna de las acciones formuladas por la autoridad alemana propiciaba la eliminación de la discriminación racial.

2017 no ha sido un año sencillo para el gobierno germano ni tampoco para los solicitantes de asilo o refugiados, los grupos de extrema derecha y neonazis continúan perpetrando crímenes de odio. Tal como lo constata l grupo de trabajo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que aseveró que en Alemania se viven condiciones de “racismo estructural” cuya población mayoritariamente afectada es la conformada por africanos o afrodescendientes.

Lo que evidencia que entre todos los refugiados, aquellos quienes pertenecen al grupo racial africano o descienden de éste están sujetos a condiciones de mayor inseguridad.

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