México no se ha beneficiado con el Tlcan, como indica el presidente norteamericano Donald Trump; al contrario, en los últimos 22 años han emigrado del país más de 10 millones de habitantes por falta de oportunidades, de quienes 6 millones eran campesinos.
Así lo aseguró el director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), Víctor Suárez Carrera, quien agregó que no solo el sector primario fue afectado, sino también la industria, pues el modelo sobrevalora los intereses de las grandes empresas mundiales.
En entrevista con Ángulo 7, calificó de falso el discurso de Trump porque México ha “sacrificado” sectores industriales y actividades agropecuarias por importarle a Estados Unidos, pese a que el valor de las mismas –actualmente– son mayores a sus exportaciones; no obstante, el 40 por ciento de las mismas tienen componentes norteamericanos.
Además, México ha otorgado beneficios a empresas y maquilas que le trabajan a firmas extranjeras y no generan valor agregado, pagando salarios muy bajos.
No obstante, señaló, el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (Tlcan) tampoco ha beneficiado a los habitantes de Estados Unidos, donde la pobreza afecta a unos 55 millones de estadounidenses. “La infraestructura urbana, el empleo y la asistencia social han decaído (…) Las leyes del mercado solo benefician a las trasnacionales”.
Suárez Carrera agregó que de 1994 a la fecha se han perdido al menos 2 millones de empleos en el sector rural, ya que actualmente solo hay 7.5 millones.
¿Qué hacer?
El director ejecutivo de la ANEC propuso generar políticas públicas que produzcan para el mercado interno y no solo para el externo.
En el caso del campo, incentivar la producción de granos básicos que ayuden a garantizar la seguridad alimentaria, así como fomentar el uso de la agroecología en la siembra para depender menos de fertizantes químicos, que también se importan.
Ante la pregunta sobre cómo evitar las distorsiones de los subsidios, señaló que con el neoliberalismo no se quitaron, porque el 70 por ciento de los apoyos se van para las grandes empresas agroindustriales. “Eso es una distorsión”.
Criticó que todas las políticas públicas destinadas al campo mexicano estén encaminadas al sector exportador, porque pocos lograban el éxito esperado, por lo que ahora se deben equilibrar con proyectos que fomenten la producción para el mercado interno.
Suárez Carrera insistió que se tienen que implementar programas de fomento integral a la producción, que incluyan capacitación y asistencia técnica, así como la exigencia a los supermercados para que compren un porcentaje a los campesinos de la región.
Cabe mencionar que las exportaciones estadounidenses hacia México sumaron 236 mil 377 millones de dólares, mientras que las exportaciones mexicanas ascendieron a 294 mil 741 millones, con una balanza comercial positiva de casi 60 mil millones de dólares.
En tanto, la balanza comercial de maíz de México es deficitaria, ya que durante 2014 presentó un saldo negativo de 9.9 millones de toneladas, consecuencia de exportaciones por 0.39 millones de toneladas e importaciones por 10.33 millones de toneladas.
