Elementos de la policía estatal denunciaron que en el comedor de la corporación se hacen dos tipos de comida: “una para el personal y otra para los jefes”, además de que la encargada, María Felicitas Soledad Acuña, “busca y hace negocio con lo que puede”.
De acuerdo a una denuncia anónima que llegó a este medio de comunicación, Soledad Acuña vende el cartón en el que vienen los “boxlonch”, que se les da a los policías cuando están en operativos.
Además de que trata de “correr” a la empresa encargada del almacén, que compra los alimentos para las comidas, con el argumento de que hay faltantes, así como “humilla” a la dueña, pero “en realidad se quiere quedar con el negocio”.
Asimismo, en la queja se señala que Soledad Acuña está protegida por el director general de la Policía Estatal Preventiva (PEP), Anhuar Fernández Redondo.
Se agrega que: “a los jefes les llevan de comer hasta su escritorio, para pasar posteriormente por los trastes, ya que a los señores les da pena comer en el comedor con el personal policial”.
Por medio de esta denuncia, se solicita al contralor Alejandro Torres Palmer investigar dicha situación.
Malas condiciones laborales en Ssptm
Por otra parte, policías municipales denunciaron que la convocatoria que lanzó la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (Ssptm) para unirse a sus filas contiene información falsa.
Lo anterior porque la dependencia asegura que ofrece un sueldo bruto de 10,947.71 pesos, con prestaciones, como el Infonavit e IMSS, cuando en realidad su salario será de 9,275.24 pesos.
Asimismo, sostiene que los policías no tienen acceso a la vivienda, pues el Infonavit no les otorga créditos debido a que pueden morir mientras laboran o perder su trabajo.
Con respecto al IMSS señalaron que si un policía tiene algún riesgo de trabajo, solo se paga el 50 por ciento, así como si se tiene un accidente, la corporación –dirigida por Alejandro Santizo Méndez— “te aburre porque ya no sirves para nada”.
Finalmente, aseguraron que los ascensos y homologaciones son discrecionales, pues se destinan “para los allegados y recomendados”.
Editado por: Carlos Rodrigo Balcázar Placeres
