Hace unos días, sin mucha atención, como la que se ha dado a otros fenómenos meteorológicos, la Tormenta Tropical Earl tocaba tierra en suelo mexicano. El suceso en apariencia no tendría mayores complicaciones a su paso ya que se preveían lluvias fuertes, pero en los lugares donde se presentarían éstas son una condición normal, en especial en la Sierra Norte del Estado de Puebla.

Se instalaron algunos albergues para atender cualquier contingencia y se estuvo pendiente de la llegada de dicha tormenta. El sábado 6 de agosto se presentaba el fenómeno meteorológico, que ya había tocado Veracruz, y lo hacía con una intensidad no esperada, llovió lo que llueve normalmente en un mes sólo ese día, en palabras de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) estamos hablando de una precipitación de 265.5 milímetros.

Un hecho que se salió de lo normal ya que 220 milímetros es la máxima precipitación histórica del país. El resultado fue devastador para muchos municipios de nuestro Estado; más de 40 muertes que lamentar; miles de hectáreas de cultivos devastadas; 28 escuelas afectadas; comunidades incomunicadas por distintos deslaves y; muchas familias que perdieron vivienda y sustento en un solo día.

Se tendrá que analizar a fondo que fue lo que provocó la tragedia mencionada, más de 40 muertos, y es muy probable que tanto el cambio climático como la actividad humana en la agricultura de la zona tengan mucho que ver en lo que pasó, pero, ahora es más importante hacer que la normalidad vuelva a la zona de la tragedia.

Autoridades municipales, estatales y federales están trabajando para atender a la población afectada y lograr restituir la normalidad lo antes posible; con diversas estrategias de los tres niveles de gobierno se apoya a quienes prácticamente lo perdieron todo por la crecida de ríos y cauces de agua. Se ha aplicado el Plan DN-III por parte del ejército mexicano para atender la emergencia en población afectada; se han instalado albergues en donde diariamente se reparten alimentos calientes, cobijas y colchonetas, así como ropa para quienes la necesiten.

Elementos del Ejército Mexicano trabajan en la remoción de escombros para después utilizar maquinaria pesada; la Conagua llevará plantas potabilizadoras de agua, además; brigadas de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) realizan recorridos y censos para determinar el número de viviendas afectadas e iniciar a la brevedad el proceso de reconstrucción de casas, de reubicación de familias fuera de la zonas de riesgo y de recuperación de vialidades y; la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) realiza un censo para instrumentar el Programa de Empleo Temporal (PET).

Hace unos días el presidente Enrique Peña Nieto visito las zonas afectadas e inicio la coordinación de los trabajos de los distintos órdenes de gobierno con la intención de acelerar el proceso de reconstrucción, e instruyo a trabajar en tres vertientes: primera, atender en la emergencia a las familias afectadas para que lo más pronto posible regresen a sus actividades cotidianas por lo que, informó que a través de la Sedesol ya están fluyendo apoyos, el PET y despensas para que la gente pueda recuperar sus condiciones de vida normal.

Recalcó que a estos apoyos se suman los que aporta el gobierno del Estado; segunda, apoyar la reconstrucción de viviendas que resultaron parcial o totalmente afectadas por lo que, pidió el apoyo de los gobiernos municipal y estatal a efecto de ubicar algún terreno donde se puedan construir viviendas nuevas, fuera de zonas de riesgo y pidió, a las áreas de Protección Civil, ubicar las zonas en las que ya no se podrán reconstruir viviendas por su peligrosidad, a efecto de reubicar a las familias que ahí se asentaban en zonas más seguras; y tercera, acelerar la reconstrucción de la infraestructura que resultó dañada por lo que, refirió que con recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) se emprenderán las acciones de reconstrucción.

El presidente Peña Nieto ha sido claro en que este no puede ser momento de buscar rentabilidad política por la tragedia humana por lo que, al coordinar las acciones para atender la contingencia, ha hecho un reconocimiento al gobierno del Estado que en todo momento se ha coordinado en las labores con el gobierno federal. En las vistas realizadas a las zonas afectadas vemos rostros de tristeza por la afectación, pero también de esperanza porque realmente estamos en la capacidad, al unir esfuerzos los tres órdenes de gobierno, de dar una respuesta oportuna y acelerada a los daños que ha dejado esta tormenta a su paso.

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