Venezuela sigue rompiendo records negativos en todo el mundo; este año de acuerdo al Fondo Monetario Internacional (FMI) la inflación de este país será de cerca de 720 por ciento, lo que muy difícilmente soportarán la mayoría de los bolsillos de los venezolanos; esta crisis económica acarrea un desabasto de alimentos y medicinas que han puesto en jaque a la sociedad de este país.

Según distintos reportes la tasa de mortandad entre recién nacidos es alta; se han tenido que abrir las fronteras con Colombia para abastecer a parte de la población que colinda con este país; y por si esto fuera poco, las tasas de homicidios y las olas de secuestro han hecho de este país uno de los más salvajes del planeta. Los venezolanos están viviendo una crisis humanitaria de grandes dimensiones, algunos organismos internacionales han mencionado que la hambruna y la falta de atención médica hacen que el país merezca una intervención internacional para sacarlos de esta grave situación.

No obstante, esta visión, el gobierno de Nicolás Maduro ha dicho que todo esto es una mentira de los imperialistas y ha dispuesto que empleados públicos, y de empresas privadas, vayan a trabajar al campo en busca de abastecer de alimentos básicos a su país. Si, es indefendible este tipo de medidas para aliviar la crisis venezolana, es más la necedad de mantenerse en el poder ante esta situación donde no hay una política integral que una salida real a la crisis descrita.

Pero tal parece que la voluntad de los venezolanos puede hacer que esta situación cambie y han dado un paso importante para generar un proceso revocatorio del mandato de Maduro. El proceso para lograr un referéndum es largo; la oposición ha dado el primer paso al recolectar el 1 por ciento de las firmas de todos los votantes al presentar más de 399 mil rubricas que han sido validadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE).

El mismo organismo ha dado luz verde a la segunda etapa, donde se deben recolectar las firmas del 20 por ciento de los electores registrados, aproximadamente 7 millones 600 mil votantes; finalmente, si esto sucede se dará paso al referéndum donde la oposición debe obtener 1 voto más que los obtenidos por Maduro en 2013, aunque si el proceso no se concluye en 2016 por ley deberá asumir el poder el vicepresidente actual.

El tiempo no es un factor a favor de la oposición para remover al presidente, pero es importante hacer énfasis en que el proceso para terminar una situación que ha llegado al límite de las condiciones humanas de subsistencia está en marcha, y de acuerdo a quienes la impulsan tienen el apoyo de cerca del 70 por ciento del electorado para lograrlo.

Analistas venezolanos han dicho que la popularidad de Maduro esta por los suelos y no sería capaz de ganar ningún proceso electoral en estos momentos ya que la sociedad esta consiente de las largas filas que hay que hacer para conseguir bienes básicos.

Saben que los doctores de los hospitales han mencionado que están en el siglo XIX en atención médica por la falta de medicamentos e instalaciones adecuadas; han vivido la violencia sin control en las calles; y en general están viviendo la peor crisis del país más rico de Latinoamérica en petróleo.

Tal parece que la realidad venezolana ha sido escrita en otro siglo, pero, desafortunadamente no es así y, lejos de eso, es parte del mundo actual. Sin embargo, pese al control ejercido por su gobierno, la oposición venezolana ha demostrado que el camino de la democracia es válido aun en las situaciones más complicadas y ha dado un paso importantísimo para terminar con el gobierno que los ha sumido en esta situación. Todo parece indicar que el proceso que puede terminar la crisis venezolana ha dado comienzo.

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