Los padres de familia en el Estado de Oaxaca están hartos de la pérdida de clases de sus hijos, a manos de los profesores de educación primaria y secundaria primordialmente. El ciclo 2015-2016 no se concluyó exitosamente a causa de las protestas radicales en la ciudad.
Por el destrozo del patrimonio del estado, y también a la economía en general, la festividad de la Guelaguetza no se realizó como en otros muchos años continuamente, exitosa, no, hoy fue desértica y con acarreados, los auditorios no proyectaban la algarabía de otros años. Por eso el descontento generalizado, que ya cobra consecuencia.
Y es que nadie debe arrebatar el sagrado derecho a la educación de los niños y niñas. Las protestas, las aclaraciones de que debe ser objeto la Reforma Educativa, no deben discutirse en las calles con acciones violentas, debe analizarse por ambas partes sentados civilizadamente en una oficina de gobierno, donde éste último también demuestre capacidad al diálogo, a escuchar y corregir lo que sea corregible.
No podemos también creer que la Reforma Educativa sea infalible y el presidente de la República y Aurelio Nuño, unos sabios irrefutables en su accionar, es debido a la necedad que ambas partes han mostrado que todo está empantanado, y los que pierden son los niños principalmente.
Se han pronunciado varios presidentes municipales al respecto, han mencionado que o inician clases en tiempo y forma los mentores, o que se vayan, porque los maestros han dicho que no permitirán la entrada a las escuela a los niños el lunes próximo que se inicia el ciclo escolar 2016-2017.
Tampoco son excepción los comerciantes y Sociedad Civil quienes se pronuncian inclusive por el uso de la fuerza pública, y si es un derecho de los niños hay que defenderlo, basta de empecinamientos, de radicalizar la conducta y demostrarle al gobierno que ellos mandan, México es un Estado de derecho, consecuentemente el uso de la ley debe prevalecer y esta con toda su fuerza coercitiva si llegara el caso.
Y es que, repito, el interés por la educación debe prevalecer y defender a los niños que se tornan rehenes del profesorado en esas circunstancias. Oaxaca, Chiapas, Michoacán, se debaten en una agonía del progreso, en una lucha sin razón entre ambas instituciones, el Sindicato de la Sección XII, y el gobierno federal y la Secretaria de Educación Pública, consecuentemente, ¿hasta cuándo se actuará para que prevalezca la paz y el imperio de la Ley?.
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