Por Redacción

El diputado federal de Morena, Rodrigo Abdala Dartigues, solicitó a la CNDH y PGR investiguen las amenazas de muerte contra Joshue Uriel Figueroa Blázquez, militante y activista opositor a la instalación de hidroeléctricas en el estado.

En conferencia de prensa, acompañado por diputados del grupo parlamentario de Morena, Figueroa Blázquez quien también es asesor del grupo, exhortó a la Procuraduría General de la República (PGR), realice las diligencias necesarias para integrar la averiguación previa o la carpeta de investigación correspondiente, para “comprobar el cuerpo del delito y la responsabilidad de quienes estén involucrados”.

En tanto, Abdala Dartigues detalló que el pasado 21 de marzo su asesor fue amenazado de muerte por la actividad política que desarrolla para concientizar a la población sobre el peligro que representa la construcción de la Hidroeléctrica Gaya en la comunidad de San Juan Tahitic, Zacapoaxtla.

Compa, solo te digo algo, sé quién eres, solo cuida tu lengua bato con las cosas que dices. Sólo cuídalas, ponte abusado, órale pues, cuida tu lengua amigo… no terminé de decirte. Ponte abusado, porque has dicho cosas que no chavo, ponte chingón… Tú lo sabes, cuida tu lengua y ponte abusado… no te vaya a pasar algo”.

Ese mismo día horas antes, el diputado y asesor habían entregado al munícipe de Zacapoaxtla, Guillermo Lobato Toral, un documento firmado por habitantes de San Juan Tahitic, en el que se oponen a la instalación de la hidroeléctrica.

 

CNDH debe actuar a la brevedad

Por lo anterior, la bancada solicitó la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para que resuelva conforme a Derecho la queja presentada por el agraviado.

La solicitud se presentó el pasado martes 5 de abril,  y llaman al presidente de la CNDH, Luis Raúl González Pérez intervenga en el caso “a la brevedad”.

De acuerdo con los activistas políticos, desde el 2013 la comunidad de San Juan Tahitic se opone la construcción de la hidroeléctrica, no sólo porque atenta contra los usos y costumbres de la población, que en su mayoría habla náhuatl, sino que además afectaría de manera irreversible la región forestal y el río Apulco, de la sierra norte de Puebla.

A lo anterior –señalan—se suma el resolutivo de la Semarnat que en 2014 les negó los permisos para instalarse, ya que se destruiría un bosque mesófilo endémico y además se desviaría el cauce del río más de 30 kilómetros.

 

Foto: Cortesía Morena

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