Arturo Rueda /Tiempos de Nigromante/Diario Cambio

Aunque utilizaron un mes de campaña para pegarle a Moreno Valle y el otro para llenar a Antonio Gali de guerra sucia, el PRI nunca pudo romper la asociación positiva de ambas marcas, lo que explica el fracaso de la campaña 2016. Pese a que siempre pensaron que el gobernador poblano iba a ser un pasivo, por lo que en algún momento el candidato tendría que tomar distancia y hasta deslindarse de algunas de sus políticas, Gali nunca renegó de su padrino y aún en el cierre del Estadio Serdán le agradeció las oportunidades que le dio a su carrera política.

Gali nunca negó su relación con el morenovallismo, pues aunque lo hiciera, ningún poblano se lo iba a creer. De hecho, en términos generales, prácticamente todos en Puebla sabían que el candidato a la minigubernatura era hechura y heredero de Moreno Valle, pero pese a ello, su balance de positivos y negativos nunca se vio afectado.

 

El problema fue de perspectiva comparada, algo que no entendió Alcalá. Es decir, la maquinaria mediática del régimen fue eficaz en contraponer y polarizar entre dos tipos de asociaciones para que los poblanos eligieran la peor. Por una parte, Blanca-Marín y del otro lado Gali-Moreno Valle. Y puestos a comparar, los poblanos en su mayoría prefirieron a los segundos.

 

Al comienzo de la campaña, Blanca era una marca positiva que se asoció de forma absurda a una marca desprestigiada como es Mario Marín, al grado que terminó contaminando a la primera de forma total. Aunque no lo es, la candidata tricolor se convirtió en una “Preciosa” más, continuación del régimen de expolio y corrupción que encabezó el “góber precioso”.

 

La contaminación de marca arrancó con la presencia del ex gobernador al inicio de su precampaña, cuando lo subieron al presídium y apareció detrás de la aspirante en casi todas las fotografías y videos de los medios. Se tomó la decisión de desaparecerlo, ya no llegó a la toma de protesta, pero era demasiado tarde: Blanca y Marín ya eran marcas asociadas, y por ende, desprestigiadas.

 

Blanca pasó el resto de la campaña peleando con ese fantasma: qué habían hecho juntos y qué no. Negativa tras negativa, el tema siguió formando parte de la agenda mediática con impacto a sus negativos, como demuestra la Novena y última Encuesta del Termómetro Electoral MAS DATA/CAMBIO que se publica este día.

 

Blanca arrancó con 27 puntos de negativos y terminó con 43 la campaña. Es decir, tuvo un crecimiento de 16 puntos en apenas ocho semanas. La asociación negativa con Marín la mató. Por el contrario, Gali inició con 17 puntos de negativos y acabó con 26, es decir, creció solamente 9 puntos.

 

Ya será cuestión de la ociosidad determinar quién fue más fuerte en la asociación positiva Moreno Valle-Gali, ya que en realidad se retroalimentan. La evaluación al gobernador siempre se situó entre 6.2 —su calificación más alta— y 5.7 —la más baja—. El desacuerdo con la administración morenovallista condicionó el desempeño del candidato, pero éste sumaba un +7 a lo que dan los partidos políticos que lo postulan.

 

Resumiendo: Moreno Valle y Gali acabaron sumando, mientras que Blanca y Marín restaron al PRI, que al final se quedó con su voto duro y no pudo avanzar entre los votantes persuadibles o switchers.

 

Antonio Gali no tuvo necesidad de deslindarse de Moreno Valle, como muchos esperábamos, gracias a que pudo convertirse en el cambio del cambio. No en un asunto de fondo, sino de forma. Más cercanía, carisma, trato. ¿Qué ocurrió para que esta asociación positiva no se rompiera? ¿Por qué no funcionó el golpeteo al gobierno durante el primer mes, así como la intensa guerra en redes sociales? ¿Por qué la guerra sucia no enlodó al candidato panista y le permitió casi salir sin raspones?

 

Esas son las preguntas que torturan a Hugo Scherer Ibarra, Jorge Estefan y Alejandro Armenta. ¿En qué fallaron?

 
Para mayor información:http://www.diariocambio.com.mx/2016/opinion/tiempos-del-nigromante/item/14200-moreno-valle-gali-asociacion-de-marcas-positivas

 

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Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...