Jorge Rodríguez Corona /A Puerta Cerrada /El Sol de Puebla
Un poco tarde, pero en el cuarto de guerra del PRI y de su candidata al gobierno del estado, Blanca Alcalá Ruiz, se ha comprendido la equivocación de haber mandado a Enrique Doger Guerrero a la delegación estatal del IMSS antes de que concluyera la campaña.
No es que se desconfíe de la lealtad del ex presidente municipal de Puebla o que se piense en él como un eventual traidor de los intereses partidistas de cara a las votaciones del 5 de junio.
No.
Lo que sucede es que, al integrarlo al servicio público, el tricolor y su abanderada perdieron un eficiente aliado de batalla en el terreno mediático y en el novedoso universo de las redes sociales.
Hasta antes de su nombramiento como relevo de Rodolfo Reyes Coria, Doger Guerrero fue el único priista que logró hacer contrapeso a la andanada tuitera del senador Javier Lozano Alarcón, vocero del Comité Directivo Estatal del PAN y virtual coordinador general de campaña de José Antonio Gali.
Quien revise el historial del nuevo delegado en esa red social se encontrará con que la última vez que se agarró a tuitazos con Lozano fue el jueves 25 de febrero, un día antes de que trascendiera su arribo al Seguro Social en lugar de Reyes Coria.
Después de eso, Doger solo replicó los tuits en apoyo a Blanca Alcalá que se generaron el domingo 28, cuando la senadora con licencia encabezó un acto masivo y recibió la confirmación de la candidatura por parte de Manlio Fabio Beltrones en un inmueble de San Andrés Cholula.
A partir de ahí desapareció el Enrique Doger guerrero (con minúscula), el que salía a dar la cara cada vez que Lozano le aderezaba una crítica a la candidata.
Para los hacedores de análisis estaba claro que eso sucedería, que como servidor público, y más como responsable de una delegación federal, se vería impedido para mantener ese discurso rijoso en defensa de Alcalá.
En cambio, para los jerarcas del PRI no estuvo tan claro, pues fueron incapaces de prever las consecuencias que les traería concretar un acuerdo adelantado con el ex aspirante a gobernador.
Cuentan que Jorge Charbel Estefan Chidiac, el recién desempacado dirigente tricolor, ha revisado perfiles para encontrarle un oponente de nivel a Lozano.
Todavía tiene tres semanas para hacerlo.
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Ismael Ríos Delgadillo fue ratificado como Secretario de Información y Propaganda del Comité Directivo Estatal del PRI.
Pese a la salida de Ana Isabel Allende, Estefan Chidiac decidió otorgarle la confianza para continuar al frente de las labores de comunicación social.
Eso significa que Ríos Delgadillo hará mancuerna con la ex diputada federal Martha Gutiérrez Manrique en el trabajo de medios de la candidata Blanca Alcalá Ruiz.
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Un diputado federal poblano será parte de la Sección Instructora que se encargará de llevar a cabo la declaración de procedencia de desafuero de la legisladora local sinaloense Lucero Sánchez López, a quien se le relaciona con Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Se trata del panista Juan Pablo Piña Kurczyn, quien junto con otros tres legisladores: Ricardo Ramírez Nieto y Sandra Méndez Hernández, del PRI, y Omar Ortega Álvarez, del PRD, llevará el juicio de procedencia que la Procuraduría General de la República ha solicitado a la Cámara de Diputados.
La Sección Instructora en la que participará Juan Pablo Piña, que será instalada el próximo martes, surge del acuerdo de la Junta de Coordinación Política de esa Cámara, que ayer decidió atender la solicitud de desafuero en contra de Sánchez López, acusada de emplear documentos falsos para visitar a Guzmán Loera en el penal de El Altiplano y de sostener nexos con la delincuencia organizada.
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La designación de Oswaldo Jiménez López como coordinador de los regidores panistas en el cabildo de Puebla forma parte de esa estrategia de acercamiento y reconciliación que el grupo en el poder busca con los blanquiazules tradicionales, en beneficio de la candidatura de José Antonio Gali Fayad.
Aun con el parentesco que Jiménez López guarda con Gali, su cercanía con Eduardo Rivera Pérez fue la que le valió incorporarse desde ayer a la posición que ocupaba Félix Hernández, quien a su vez porta la marca de Rafael Micalco impresa en el pecho.
Oswaldo mantiene estrechos vínculos con el grupo de panistas que todavía no se suma a la campaña del PAN y que es liderado por Rivera.
Usted dirá que Juan Carlos Espina también los tiene.
Y es cierto.
Pero a diferencia de éste, Jiménez no resultaba intransitable para los intereses de Luis Banck y su cabildo.
Para mayor información:http://www.oem.com.mx/elsoldepuebla/notas/s1239.htm
