Fermín Alejandro García/Cuitlatlán/La Jornada de Oriente

La reciente calificación obtenida por el Congreso de Puebla que lo coloca a los diputados locales como entre los que menos laboran en todo el país es un problema estructural que se ha desatendido desde hace varios años, pero en particular en el presente sexenio se ha agudizado por una razón fundamental: en el Poder Legislativo solo se trabaja en las iniciativas del gobernador Rafael Moreno Valle Rosas y no tiene cabida, ni por accidente o descuido, algún otro proyecto.

En sexenios anteriores, cuando el PRI dominaba, el titular del Poder Ejecutivo era el gran legislador, ya que en promedio el 70 o el 80 por ciento de las iniciativas y puntos de acuerdo que votaban a favor la mayoría de los diputados eran propuestas por el gobernador. El resto de los asuntos que veía el Congreso eran propuestas diseñadas por los legisladores. Es decir había un margen de maniobra para los representantes populares.

Incluso en algunos sexenios los priistas llegaron a ser un contrapeso de algunas barbaridades propuestas por el gobernador en turno. Por ejemplo cuando Melquiades Morales Flores quiso imponer una reforma para otorgar preliberaciones a presos sentenciados por delitos graves, una parte de la bancada del tricolor se lo impidió.

O en el periodo de Mario Marín un grupo de legisladoras priistas logró librar la oposición del gobernador y formularon una ley contra la discriminación, la primera que fue elaborada en el estado de Puebla.

Ahora el dominio del Poder Ejecutivo es total, asfixiante, brutal, ya que en el Congreso únicamente se escucha una voz: la de Moreno Valle. Todo el trabajo se reduce a procesar sus propuestas, sus intereses, sus intenciones, su visión particular de las condiciones socioeconómicas del estado. No se permite que surjan voces diferentes al dictado que se recibe desde Casa Puebla.

Se ha llegado al extremo que los diputados de algunas comisiones para cumplir con la norma convocan a una reunión por mes, a la que están obligados, en la cual llegan a determinar que no hay nada que discutir o el largo listado de asuntos pendientes, se resuelve que “todavía no es el momento” de abordarlo.

Por eso el Congreso tiene una rezago de más de 230 iniciativas y puntos de acuerdo que nunca han sido objeto del más mínimo análisis. Y ahí se van a quedar, a dormir el sueño de los justos.

Rafael Moreno Valle Rosas se propuso no tener contrapesos y la mayoría de los diputados, entre ellos casi todos los priistas, se sometieron a esa condición.

Hace un par de días el Instituto Mexicano de la Competitividad dio a conocer que los diputados locales trabajan un promedio de entre 180 y 200 días al año, y que no realizan más de 40 sesiones públicas en cada periodo anual. Por eso los legisladores poblanos son colocados como de los que menos laboran.

Así como están las cosas, no tiene caso revisar y mejorar las condiciones con que funciona el Congreso, ya que el Poder Legislativo en Puebla está anclado, asfixiado, por el señor gobernador.

Carta de Dolores Parra
A la redacción llegó la siguiente misiva de la ex alcalde de San Pedro Cholula, la panista Dolores Parra Jiménez:

Lic. Aurelio Fernández

Director de La Jornada de Oriente

Señor Director:

Lo saludo respetuosamente, para manifestarle mi enérgica inconformidad con el contenido de la columna que el pasado 20 de junio publicó el C. Fermín Alejandro García, en la que con especulaciones, supuestos y vaguedades, no sólo pretendió responsabilizarme del intento de robo que en días pasados sucedió en la casa del actual Presidente Municipal de San Pedro Cholula, sino que sin probar esgrimió que durante mi gestión me valí de un elementos de tránsito para cobrar “piso” y “extorsionar a propietarios de negocios de giros negros legales e ilegales” y especuló que durante mi gobierno “hubo un notable incremento de robos de autopartes y a casas habitación”.

Subrayo mi reclamo de que en lugar de investigar y confirmar antes de escribir, el periodista opte por el recurso fácil y falto de ética, de utilizar vaguedades y sugerir artificios infundados contra mi vida personal y pública.

El columnista hizo contra mí los siguientes comentarios y señalamientos, en su escrito titulado: “Una trama de corrupción y misterio en torno al ladrón de la casa de José Juan Espinosa”:

“Una grave rama de corrupción y situaciones inexplicables arroja el paso de Víctor Hugo Vargas Hernández por el ayuntamiento de San Pedro Cholula, donde llegó a ser subdirector de Seguridad Pública sin serlo, ya que no cobraba en la nómina del gobierno municipal, oficialmente tenía un cargo menor, nunca pasó los exámenes de control de confianza, no tuvo formación policiaca, su experiencia laboral era ser plomero y taxista. Sin embargo, fue de toda la confianza de la ex edil Dolores Parra Jiménez, gozó de mucho poder, mismo que acabó cuando el pasado 9 de junio lo detuvieron intentando robar la casa del alcalde José Juan Espinosa Torres”.
¿De dónde saca y a qué aplique la “…trama de misterio” que esgrime? Vargas Hernández fue auxiliar de agente vial y no más; por ello estaba en nómina de eventuales

¿Por qué esgrime que esta persona “gozaba de mucho poder y de mi confianza”? ¿Tienes pruebas para sostener tal aseveración? El aludido no fue Subdirector de Seguridad Pública. Es otro falso.

Que su fue plomero o taxista, eso lo sabría la corporación policiaca estatal de donde emergió, y no hay razón para que lo esgrima contra mí.

Me reservo para el final de la presente, una importante observación (*), acerca de este comentario: que el aludido “fue de toda la confianza de la ex edil Dolores Parra Jiménez, gozó de mucho poder… que acabó cuando… lo detuvieron intentando robar la casa del alcalde José Juan Espinosa Torres”.

“Víctor Hugo Vargas Hernández en el trienio de la ex edil… Dolores Parra tenía tal poder, que en… ocasiones era el encargado de brindar información … a la prensa en temas de seguridad…”
Otra vez; de dónde saca ese otro dicho acerca de Vargas Hernández ¿Podría concretar cuándo y en qué casos el aludido daba informes a la prensa?

“Su poder –se sabe extraoficialmente– no radicaba solamente por su actuación como miembro… de seguridad pública, sino habría sido… encargado de cobrar “el piso”, de extorsionar a los propietarios de negocios de giros negros legales e ilegales”.
Nuevamente la carencia de objetividad. Una el indefinido “se sabe extraoficialmente” y el condicional “habría”, para concluir sin certeza que el ex policía “era mandado a extorsionar a … propietarios de negocios de giros negros legales e ilegales”. Esta es una grave y falsa aseveración. Me reservo el derecho de proceder legalmente.

Más de subjetividad y lenguaje artificioso de Fermín García: “Se dice que habría sido… encargado de llevar el dinero recaudado… a un importante personaje del grupo político que controló el ayuntamiento de San Pedro Cholula. Por eso gozaba de toda la confianza en el círculo de colaboradores de Dolores Parra”. Esto es inaudito. El “se dice” implica que al columnista no le consta, que escribe de oídas o encargos de mala fe. Aquí hay calumnias y daño moral en mi contra.

¿Grupo político? Qué grupo político. ¿Por qué dejar en la indefinición de qué grupo habla y quiénes integran el tal grupo político?.

Atención con esta aseveración: “Este tecleador tuvo acceso al expediente oficial de Vargas Hernández, en que aparece… currículum firmado por él mismo… informa lo siguiente:
“Entre los años 2000 y 2002… trabajó en labores de plomería y electricidad. Entre 2002 y 2005 fue agente vial en el ayuntamiento de Tepeaca. Entre 2005 y 2006 fue taxista… Para 2006 se volvió a emplear como agente de tránsito de Acatzingo y en 2008 pasó a… la misma labor en San Martín Texmelucan…”

Dado el espacio de dos cuartillas a que me limita La Jornada de Oriente, destaco que éste y otros datos son de información restringida, y que sólo parte legalmente interesada puede acceder a ella. La parte interesada no es el reportero, y sí lo es el actual Ayuntamiento de San Pedro Cholula.

De ahí es donde surge la sospecha de que el intento de robo a la residencia de José Juan Espinosa… fue “una revancha, un amedrentamiento, un cobro de facturas, un claro y llano acto de venganza contra el alcalde de San Pedro Cholula…”.
¿Qué pretende o siguiere Fermín García con estos dos comentarios que con toda evidencia me ataca? ¿Pretende responsabilizarme del intento de asalto a la casa del alcalde? ¿Por qué tanta exaltación de sus escritos en favor del propio edil? ¿Por qué liga conmigo el nombre del detenido Vargas Hernández? Me reservo el derecho de proceder jurídicamente.

Retomo finalmente el asterisco inicial (*): que el aludido elemento municipal… “fue de toda la confianza de la ex edil Dolores Parra Jiménez, gozó de mucho poder, mismo que acabó cuando el pasado 9 de junio lo detuvieron intentando robar la casa del alcalde José Juan Espinosa Torres”.
De lo anterior infiero la elevada probabilidad de que el escrito de Fermín García, esté motivado por el actual Alcalde de San Pedro Cholula. ¿Por qué en lugar de escribir con vaguedades el reportero no me entrevistó, al menos para ser imparcial?

Señor Director:

Le agradezco la atención a la presente. Quedo en plena disposición para ahondar en el caso y en uso a mi derecho de réplica mucho le agradeceré la publicación de la presente. Le presento mi plena disposición para aclarar o ahondar en lo que al respecto proceda.

Atentamente

Dolores Parra Jiménez

Respuesta a la ex edil de San Pedro Cholula
La ex alcalde necesita un curso urgente de lectura, ya que en la columna que hace alusión nunca se dijo que ella tuviera que ver algo con el asalto al domicilio privado del edil José Juan Espinosa.

Fueron los ayuntamientos de Atlixco y San Pedro Cholula los que identificaron a Víctor Hugo Vargas Hernández como ex subdirector de Seguridad Pública de San Pedro Cholula y autor del robo a la casa del edil. De ahí es donde cuestioné, y sigo cuestionando, como éste personaje, teniendo esa condición, no aparecía en la nómina del ayuntamiento en el trienio pasado y careciendo de preparación llegó a ese nivel.
La reportera Yadira Llaven en varias ocasiones recibió información oficial de Víctor Hugo Vargas Hernández, quien pedía que se adjudicara al área de Seguridad Pública. Si la ex alcalde no sabía que eso pasaba en su gobierno, qué grave enterarse que no controlaba lo que ocurría en su administración. Más grave resultaría que sí lo supiera.
Le guste o no le guste, Dolores Parra fue servidora pública y tiene que estar bajo el escrutinio público. En ningún momento hablé algo de su vida privada. En tal circunstancia los ciudadanos tenemos derecho a cuestionar, revisar, analizar, lo que pasó en su administración. Aunque le incomode. Y más tratándose de un policía importante de su ayuntamiento y que encabezó un hecho delictivo grave.

 

Para mayor información:http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2016/06/30/congreso-asfixiado-por-moreno-valle/

 

 

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Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...