Un grupo de familiares de pacientes dializados se manifestaron en el zócalo de Puebla para exigir la renuncia del delegado del IMSS, Enrique Doger Guerrero, así como retirarle a la farmacéutica PISA el tratamiento de diálisis y se regrese a Baxter.
Durante su mitin portaban carteles con frases como “justicia para dializados” y “exigimos contrato con PISA porque nos está matando”, además de que tiraban al piso bolsas de diálisis peritoneal en mal estado, en protesta a su descontento con el tratamiento.
Reiteraron su acusación de que, desde que se otorgó la licitación a PISA, el tratamiento ha derivado en muertes de dializados, provocado por el cambio en la marca de fármacos y bolsas de diálisis a los pacientes.
“En las consultas que hemos tenido nos ha comentado el nefrólogo que debido al cambio de sistema, se había incrementado el número de pacientes, pues pasaron de cuatro a 20 con peritonitis aguda”, exclamaron.
PISA deteriora salud de enfermos, acusan
Janet Tirado, familiar de Reyna Rodríguez Durán, quien lleva 11 años dializada, señaló que el paciente no había presentado complicaciones hasta que se le empezó a aplicar el tratamiento de PISA, lo que ocasionó que se le subiera el azúcar, la presión y que tuviera cinco cuadros de peritonitis, este último que le causó un derrame cerebral.
En tanto, Alicia Rojas, familiar de Jorge Téllez Rosales, quien lleva 4 años con el tratamiento, aseveró que desde que se cambió la farmacéutica, la salud de su enfermo empeoró.
Sostuvo que como asegurados no pagan por las bolsas de diálisis que actualmente tiene un precio de 52 pesos, pero con Baxter estaba de a 82, por lo que –aseguró– “el IMSS quiso ahorrarse recursos”.
En tanto Patricia Córdova, familiar de Abraham Vera Almaguer, señaló que con esta problemática hay al menos 200 pacientes. “Nos hemos manifestado varias veces y no hemos tenido respuesta” declaró Efraín Cuautle, quien sufre de diálisis.
Cabe mencionar que, el 18 de agosto, Doger Guerrero señaló que no era posible revocar la concesión a Pisa, ya que la forma de cumplir la petición de los inconformes es mostrar “pruebas de la mala calidad” de los productos.
