Comuna no puede cruzar brazos ante déficit de policías
En 2016 sancionaron a 121 funcionarios de Puebla; 47% fue a policías. Foto: Especial
“Sin motivo”, dan de baja a 100 policías y agentes de tránsito de la Ssptm. Foto: Especial
Elementos de la policía laboran jornadas de 12 y hasta 24 horas. Foto: Especial

Elementos policíacos del municipio de Puebla acusaron que sus horarios de 12×12 o 24×24 horas son extenuantes, además de que en varias ocasiones tienen que cubrir tiempo extra por estar comisionados en eventos deportivos, culturales y políticos.

A través de un boletín de prensa, indicaron que el director de la Secretaría de Seguridad Pública, Paulo César Quiroz Martínez, mandó un memorándum donde les aconseja no manejar una unidad más de 8 horas, cuando ellos trabajan al menos 12 horas seguidas, por “lo que es incongruente” su petición.

No obstante, explicaron, con ello la misma dependencia municipal reconoce que estar a cago de una unidad policial más de ocho horas, como ahora sucede, puede provocar accidentes automovilísticos por el cansancio.

Precisaron que los elementos de los seis sectores municipales de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (Ssptm) laboran jornadas de 24 horas por 24 horas de descanso, mientras que los de grupos especiales son de 12×12, lo que puede causar alteraciones del ritmo cardiaco, sueño, salud, rendimiento, atención visual y accidentes de trabajo.

Recordaron que el Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia de Puebla (Ccsjep) emitió el año pasado una iniciativa al Congreso de la Unión para modificar el artículo 45 de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública, para prohibir las jornadas de 24 horas para todos los cuerpos policiales de México.

Añadieron que el presidente del Ccsjep, Andrea Ambrogi, aseguró que disminuir a ocho horas de trabajo las jornadas de los policías mejoraría sus capacidades, ya que permanecer 24 horas despierto es igual a tener las condiciones físicas y mentales de alguien que ha bebido seis cervezas de manera continua.

Editado por: Carlos Rodrigo Balcázar Placeres

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