Por Redacción
Este domingo, se registró un nuevo atentado en una zona comercial del centro de Bagdad, donde un atacante suicida hizo estallar su camioneta cargada de explosivos; los últimos reportes indican que hay 131 muertos y más de 200 heridos.
El multihomicidio fue reivindicado por el Estado Islámico (EI), el cual señaló que el objetivo eran los chiíes —que no están de acuerdo con su lucha de El Corán–.
De acuerdo a información de agencias, entre las víctimas hay al menos 15 niños y 10 mujeres que realizaban sus compras de cara a la festividad musulmana del Aid al Fitr, con la que culmina el mes sagrado de Ramadán y que se celebrará dentro de pocos días.
Los atentados demostraron la capacidad de los extremistas de hacer ataques significativos a pesar de sufrir grandes pérdidas en el campo de batalla, en particular en la ciudad de Faluya, la cual fue declarada “totalmente liberada” del Estado Islámico hace poco más de una semana.
El EI afirmó –a través de sus redes sociales– que uno de sus combatientes había hecho estallar un coche-bomba cerca de una reunión de musulmanes chiitas.
Debido a la fuerza de la explosión, un edificio de varios niveles –en donde operaban una cafetería, tiendas y un gimnasio– fue destruido.
Tras la explosión, el primer ministro de Irak, Haider al-Abadi, visitó la zona, pero pobladores le gritaron “ladrón”.
Cabe mencionar que el incendio afectó a otros inmuebles y comercios, ocasionando grandes pérdidas económicas, así como hubo una segunda explosión que se registró en un mercado del barrio de Shaab, una zona habitada por Chiitas al sureste de Bagdad, en donde hubo un muerto y más de 6 heridos.
Antecedentes
Faluya estuvo a manos del IS desde principios de 2014 y tras 35 días de intensos combates y meses de asedio, se le quitó el control a la organización yihadista. Con ello, Abu Bakr al Bagdadi ha ido reduciendo el territorio iraquí desde el tercio inicial al 14 por ciento actual.
No obstante, a pesar de las derrotas cosechadas en el campo de batalla en Siria, Irak y Libia, el IS ha logrado incrementar sus ataques directos perpetrados por células afines o atentados de individuos inspirados en el proselitismo del grupo.
Tan sólo en la última semana, las huestes del califato han golpeado el aeropuerto internacional de Estambul, cobrándose la vida de 45 personas, y un restaurante de Daca, la capital de Bangladesh, cuya toma de rehenes concluyó con 20 fallecidos.
Fuente: El Mundo, El País, BBC, Televisa
Foto: EFE
