México, sube un peldaño en competitividad global 2019; es lugar 50
Ante incertidumbre política, los valores refugio como opción. Foto: Crónica global
Ante incertidumbre política, los valores refugio como opción. Foto: Crónica global
Ante incertidumbre política, los valores refugio como opción. Foto: Crónica global

Lo que queda de este año 2016 se antoja, para los inversores profesionales, como una “prueba de fuego” frente a numerosos eventos políticos que dejan muy en el aire la estabilidad de los mercados internacionales.

Sin caer en las previsiones apocalípticas que muchos sacaron a colación antes de la celebración del ‘Brexit‘, lo cierto es que los resultados y direcciones que tomen ciertos acontecimientos políticos pueden decantar la balanza del sector financiero hacia la tranquilidad o, por el contrario, hacia el puro nerviosismo.

Lo primero por lo que pueden estar preocupados los mercados es por la resolución de quién va a gobernar España después de lo que han sido siete meses sin un ejecutivo. Parece ser (siempre parece ser) que en esta ocasión Mariano Rajoy está más cerca de conseguir su objetivo de revalidar como presidente del gobierno.

Para el nombramiento de Ana Pastor como presidenta del parlamento, Rajoy consiguió juntar a Ciudadanos por un lado y al PNV y la antigua Convergencia por el otro. Debemos esperar a ver si esta unión puede sacarse adelante cuando el voto no sea ya secreto y si el partido de Albert Rivera estará dispuesto a salir en la foto con los nacionalistas, pero, pese a todo, desde muchos puntos de la geografía política española se asume ya que el gobierno es del PP.

Algo que, sin duda, supone todo un alivio tanto para Europa como para los mercados, sedientos de gobiernos del mismo corte que el de Rajoy, que asuman con un sí, amén, las exigencias de más ajustes económicos (o recortes, también llamados) por parte de Berlín y Bruselas.

Bancos italianos con deuda

Aunque los inversores también han tomado nota y ven que probablemente no sea España la que vaya a provocar otra crisis de volatilidad en Europa, la situación no va a estar ni mucho menos calmada en lo que queda de año. Primero porque otro de los países del sur europeo, en este caso Italia, va a afrontar un final de año bastante movidito.

Lo que ahora mismo más llama la atención en el país transalpino es que la situación de su sistema bancario no es que sea precaria, sino que es peor aún. Y lo peor de todo es que desde el BCE ya van avisando de que no se quieren meter en otro problema más de este estilo y de que la deuda de los bancos italianos es, por lo tanto, 100 por ciento problema italiano.

Pero ahí no queda la cosa, sino que el primer ministro Matteo Renzi afronta en el mes de octubre un referéndum sobre la reforma constitucional que él mismo emprendió (con la reforma del Senado como medida estrella) y que, también él mismo, se encargó de proponer como una especie de prueba de confianza ante el pueblo italiano.

Si lo pierde, dice Renzi como en su día hizo David Cameron antes de que el disparo le saliese por la culata, se irá del gobierno. Una propuesta que, no cabe duda, le puede salir un poco mal a Renzi en cuanto mostrar la confianza que seguro quiere transmitir cuando, se debe tener en cuenta, él es el tercer primer ministro italiano en los últimos cinco años. Y lo peor es que ninguno de ellos ha sido escogido mediante unas elecciones.

Y luego, claro, están las elecciones en Estados Unidos y la inquietante presencia como candidato de Donald Trump, razón más que suficiente por sí misma como para crear cierta inestabilidad en los mercados.

Los valores refugio

Por lo tanto, ¿qué ocurrirá si se juntan todos los factores, España camina hacia unas terceras elecciones, Renzi pierde el referéndum, dimite y se agrava la crisis bancaria y, aún por encima, Trump vence en las elecciones norteamericanas? Pues que, probablemente, los mercados sufrirán un sofoco, por no decir terremoto, bastante importante.

Probable es que esto no ocurra, pero tan solo la posibilidad de que suceda supone que siempre habrá una cierta volatilidad e incertidumbre en los mercados financieros de acciones, de forex trading y de cualquier otro tipo de activos.

En este escenario, el que probablemente sea el mejor escenario para los inversores, quizá lo mejor sea buscar espacios financieros más alejados de estas condiciones políticas. Uno de ellos, de hecho, puede ser el del turismo español, que se está demostrando fuerte durante lo que va de verano y que promete estar en su mejor temporada estival de la historia. Un sector, además, que ya ha demostrado gran parte de su fortaleza al pasar tan airadamente la crisis que muchos le auguraban debido al ‘Brexit’.

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