La deuda pública de Puebla como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) estatal fue de 1.4 por ciento en 2016; se mantuvo menor a la nacional de 2.9 por ciento, pero respecto a 2015 tuvo una reducción menor a la del país.
Lo anterior de acuerdo con un estudio de la organización México ¿Cómo vamos?, con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la cual agregó que Puebla se ubicó en el lugar 10 con menor deuda a nivel nacional.
Según el análisis, Puebla obtuvo color amarillo en el tema junto con nueve entidades (con promedios del 1.4 al 1.6 por ciento); sólo siete estados tuvieron color verde (de 2.4 a 2.6 por ciento) y 14 más reprobaron, al ubicarse en color rojo, de 3.9 al 4.8 por ciento de deuda con respecto al PIB estatal.
Sólo Campeche (0.2 por ciento), Guerrero (0.4 por ciento), Aguascalientes (1.4 por ciento), Hidalgo (1.9 por ciento), Ciudad de México (2.2 por ciento), Morelos (2.3 por ciento) y el Estado de México (2.4 por ciento) tuvieron porcentajes de deuda menor al nacional y con una reducción de ésta de -0.2 puntos porcentuales.
Además de Puebla, en color amarillo figuraron Tabasco (0.8 por ciento), Yucatán (0.9 por ciento), Guanajuato (0.9 por ciento), Guerrero (1 por ciento), San Luis Potosí (1.2 por ciento), Baja California Sur (1.7 por ciento), Sinaloa (1.9 por ciento), Jalisco (2.2 por ciento) y Tamaulipas (2.5 por ciento).
En números rojos 14 estados
Con números rojos estuvieron Colima, con 3 por ciento; Durango, con 3.3; Baja California, con 3.4; Oaxaca, con 3.9; Zacatecas, con 3.9; Michoacán, con 4.2; Sonora, con 4.4; Nuevo León, con 4.7; Veracruz, con 4.7; Nayarit, con 5.1; Chiapas, con 5.6; Coahuila, con 6.1; Quintana Roo, con 8 y Chihuahua, con 8.3.
La organización señaló que la deuda pública son los préstamos totales, internos y externos, contraídos por el sector público con el fin de satisfacer sus necesidades de gasto.
Agregó que la deuda es un mecanismo para generar obra pública e inversión que no debe ser abusado. La deuda es positiva si se utiliza para financiar proyectos de inversión que no pueden ser financiados por la iniciativa privada pero que generan beneficios para los ciudadanos. Sin embargo, debe cuidarse su crecimiento ya que una deuda demasiado alta genera desconfianza por parte de inversionistas de manera que, si las tasas de interés suben de forma abrupta, el gobierno pudiera verse incapacitado para pagarla.
