Por Jesús Manuel Hernández

No son pocos quienes, en el circulo familiar e íntimo, se han acercado a Antonio Gali Fayad para pedirle que reflexione sobre la opción de suspender su precandidatura a la llamada minigubernatura. Basan su reflexión en que los tiempos no le favorecen al gobernador y con ello la mala imagen le arrastrará a él, sin deberla.

¿Por qué no abstenerse de participar y terminar el periodo de Presidente Municipal exitosamente y entonces buscar la sucesión de 2018? Es la pregunta que se hacen muchos.

A sotto voce, los amigos de Gali insisten en que su futuro está totalmente atado a Moreno Valle y hasta ahora no ha dado muestras de independencia, o por que no ha querido o por que el gobernador no lo ha dejado.

Esa limitación se amplía al manejo de su agenda, a su imagen pública y apariciones en redes sociales que hasta apenas hace unos días siempre se citaba como “acompañante del gobernador”.

Muchos recuerdan la actitud de Mariano Piña Olaya que solía reunir a los miembros del gabinete y les preguntaba “¿Y tú Mauricio, cuáles tu gracia?”; le seguía la aparición del poeta, cantante o contador de chistes y el gobernador, puro en mano, reventaba de risa al ver a sus colaboradores convertidos en bufones.

No pocos son quienes han sido testigos de las llamadas en la madrugada al Secretario de Infraestructura o al Presidente Municipal para que acuda a “animar” la reunión de los amigos del inquilino de Casa Puebla por que “canta muy bonito”.

Después del fracaso de la alianza con el PRD, los comentarios han crecido y aunque no pasan de especulaciones y rumores, se cruzan con otros.

El PAN en Puebla se ha convertido en una franquicia que compró Rafael y está sacando todo el beneficio que eso significa, así que no habrá ni un espacio vacío donde intervenga su mano y su interés.

Pero al mismo tiempo, no son pocos los panistas de militancia anterior que vienen preguntándose por qué deben apoyar nuevamente al morenovallismo en una aventura que no representa ni la ideología, ni los principios, ni las circunstancias nacionales del partido.

Y entonces surge una pregunta que cobra fuerza: ¿Por qué llevar a un no panista a la candidatura? ¿Es que no hay nadie en las filas del partido que los abandere?

Y algunos sospechan que el gobernador valora los rumores.

Mientras tanto, al cuarto de guerra siguen integrándose “notables” panistas que decidirán la “campaña blanca de Gali” y la “campaña negra de Blanca”. Banck, Lozano, Aguilar Chedraui, Néstor Gordillo y algunos priístas están preocupados.

O por lo menos, así me lo parece.

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Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...